Gänswein dice de sentirse «renovado» tras meses «aparcado» por el Papa

«Me sentí desolado, como si me hubieran aparcado». Así se ha expresado el arzobispo Georg Gänswein, antiguo secretario de Benedicto XVI, en una entrevista publicada en el diario local Badische Zeitung. En esta ha contado sin tapujos su experiencia sobre su año sin encargo pastoral en su diócesis natal de Friburgo, Alemania: «La inseguridad y la incertidumbre me carcomían», confesó.

Gänswein, quien fue secretario de Benedicto XVI desde 2003 hasta su fallecimiento, permaneció en el monasterio Mater Ecclesiae, residencia de Ratzinger desde su renuncia, hasta junio de 2023, cuando el Papa Francisco decidió su regreso a Friburgo. Posteriormente el Pontífice le nombró nuncio apostólico en Lituania, Estonia y Letonia, tras pasar un año sin encargo fijo en su diócesis natal en Alemania.

En sus declaraciones, el arzobispo Gänswein mencionó que el hecho de que el Papa Francisco no le asignara un ministerio de inmediato le afectó psicológicamente. Sin embargo, ahora como nuevo nuncio en los países bálticos, se siente renovado. Relata que no fue fácil para él, a los 68 años, hacer las maletas y salir del Vaticano, pero que a pesar de ello, la oración le sostuvo y le dio esperanzas de que Dios le mostraría un nuevo camino. Antes de partir para la capital lituana, expresó que se siente con un vigor renovado y que el nuevo reto le da un impulso.

Gänswein además criticó la reforma actual y los debates estructurales en la Iglesia sinodal alemana: «A menudo, con demasiada frecuencia, se percibe que sólo un determinado estamento eclesiástico lleva a cabo una y otra vez los mismos debates estructurales. Esto es infructuoso, carente de vigor y energía», señala la agencia KNA. Su impresión, en cambio, es que la mayoría de los católicos simplemente quieren vivir y celebrar su fe, recibir los sacramentos y orientar su vida hacia Dios.