Monseñor Chomalí, futuro cardenal: «Pensar que con más estrategias de marketing habrá más gente católica es una falacia»
El consistorio de este sábado, en el que se crearán 21 nuevos cardenales, no solo renueva el Colegio Cardenalicio, sino que también refuerza el llamado del Papa Francisco a una Iglesia universal
Este sábado 7 de diciembre, el Papa Francisco ha presidido un consistorio en la Basílica de San Pedro, donde ha creado 21 nuevos cardenales de 18 países diferentes. Este importante evento subraya no solo la expansión global del Colegio Cardenalicio, sino también la visión universal de la Iglesia católica, reafirmandola llamada del Santo Padre a ser una «Iglesia en salida». A las 16:00 horas, el Pontífice llevará a cabo la ceremonia, en la que los nuevos cardenales harán una profesión de fe y jurarán lealtad al Papa Francisco y a sus sucesores.
La creación de estos nuevos cardenales viene a reforzar la labor evangelizadora del Papa, quien sigue construyendo un puente entre continentes, sin olvidar a las regiones más necesitadas de la Iglesia. Entre los nuevos miembros, destacan figuras internacionales como el arzobispo de Tokio, monseñor Tarcisius Isao Kikuchi, y el padre Fabio Baggio, subsecretario del dicasterio para el Servicio del Desarrollo Humano Integral. En el marco de este evento, el arzobispo de Santiago de Chile, monseñor Natalio Chomalí, reflexionó sobre los desafíos que enfrenta la Iglesia y la relevancia del papel de los cardenales en la actualidad.
«Alineados siempre con el Papa, sea quien sea»
En sus declaraciones a medios, aseguró que no siente un peso especial por poder formar parte de un futuro cónclave, y destacó la importancia de que todos los cardenales estén «muy alineados emocional, intelectual y espiritualmente con el Papa, sea quien sea». En cuanto a las posibles divisiones dentro del Colegio Cardenalicio, Chomalí subrayó que se debe evitar descentralizar el misterio de fe de la Iglesia. "Si empezamos a hacer una lectura política, sociológica o psicológica, estaríamos perdiendo el rumbo. El día en que lo hagamos, como dice el Papa, la Iglesia se convertirá en una ONG», afirmó.
El futuro purpurado también ofreció una reflexión sobre los desafíos que enfrenta la Iglesia hoy en día, resaltando que la evangelización no debe ser abordada como una simple estrategia publicitaria. «Pensar que con más tácticas de marketing atraeremos habrá más gente católica es una falacia», explicó. Según Chomalí, el verdadero reto para los fieles es vivir una fe auténtica, «de tal modo que cuando alguien vea a un católico, piense: 'Aquí hay una novedad'».
Para el arzobispo chileno, el camino de la fe no solo conduce a la verdadera felicidad, sino que también permite entender que los bienes materiales son simples instrumentos, no fines en sí mismos: «Este mundo nos intenta hacer creer que las cosas materiales son un bien moral, y que hay que perseguirlos hasta conseguirlos, pero eso deja un vacío», afirmó. «Volver a una vida espiritual profunda –agregó– nos puede ayudar, y lo más importante, que los demás vean en ti una coherencia con esa vida de fe auténtica».
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«Los pobres buscan a Dios, los ricos no»
Entre los nuevos cardenales, se encuentran importantes figuras de distintos continentes, entre ellas monseñor Ignace Bessi Dogbo, arzobispo de Abiyán, en Costa de Marfil, quien en declaraciones a El Debate hizo un análisis sobre el auge de vocaciones en África y su relación con la fe. Monseñor Dogbo destacó que en el continente africano existe una apertura a Dios mucho más evidente que en otras partes del mundo.
Según el arzobispo, «los pobres buscan a Dios, los ricos no». También afirmó que «gran parte de Europa no busca más a Dios porque tienen otro». En relación con esto, citó el salmo de los Proverbios (30,9): «Porque si tengo más de lo necesario, puedo llegar a creer que no te necesito, Señor; y si soy demasiado pobre, puedo llegar a robar y desacreditar así el nombre de mi Dios».
En cuanto a África, señaló que «no hay una situación de miseria, sino una pobreza generalizada», lo que hace que los pobres estén más abiertos a Dios. Además, destacó que «hay muchos niños; si hay niños, hay vocaciones».
El consistorio de hoy no solo marca una etapa de renovación dentro del Colegio Cardenalicio, sino que también subraya la importancia de una Iglesia universal y consciente de los desafíos que enfrentan los católicos en todo el mundo. Además del birrete rojo, los nuevos cardenales recibirán un anillo que simboliza su compromiso con la Iglesia, así como la responsabilidad de defender la fe y servir al pueblo de Dios.