La verdad sobre el pan: ¿engorda más por la noche? ¿Da cáncer si se tuesta demasiado?

El pan ha sido un alimento básico durante milenios, desempeñando un papel crucial en la dieta de diversas culturas. Sin embargo, en los últimos años, su consumo ha ido en descenso, en parte debido a malentendidos sobre sus beneficios nutricionales.

Según el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación de España, la venta de pan para el hogar ha mostrado una tendencia a la baja desde 2008. Este declive se atribuye a una serie de mitos que rodean al pan, muchos de los cuales se basan en información errónea o incompleta.

En un contexto en el que la salud y la nutrición son cada vez más prioritarias, el pan ha sido injustamente señalado como un enemigo de una dieta equilibrada. A continuación, desmentiremos algunos de estos mitos y aclararemos lo que realmente es cierto.

Mito 1: el pan integral no aporta calorías

Este mito es engañoso. Aunque el pan integral contiene menos calorías que el pan blanco (258 kcal frente a 277 kcal por cada 100 gramos, según la Fundación Española de la Nutrición), la diferencia no es tan significativa como muchos creen. El verdadero valor del pan integral radica en su mayor contenido de fibra y nutrientes, que pueden ayudar a mantener la saciedad y regular el peso.

Mito 2: el pan recién horneado es más beneficioso

Esta idea también es falsa. De acuerdo con el maestro panadero Ireneo Marciniak, el pan recién horneado no es el más recomendable para el consumo inmediato. Los microorganismos de la levadura requieren de 20 a 22 horas para completar su proceso de fermentación. Para obtener un pan más saludable, es aconsejable dejarlo reposar después de hornearlo.

Mito 3: el pan sin gluten es superior para todos

Esta creencia es errónea. La popularidad de las dietas sin gluten ha llevado a pensar que eliminar este componente es más saludable para todos, cuando en realidad solo es necesario para quienes tienen celiaquía o sensibilidad al gluten. Para la mayoría, el pan sin gluten no ofrece beneficios adicionales y puede carecer de nutrientes importantes.

Mito 4: comer pan por la noche engorda más

La noción de que los carbohidratos consumidos por la noche contribuyen al aumento de peso es un tema debatido. Aunque algunos nutricionistas sugieren que el momento de consumo es menos relevante que la ingesta calórica total diaria, el doctor Thomas Rutledge indica que, para individuos con un metabolismo normal, no hay efectos adversos significativos por consumir pan por la noche.

Mito 5: la miga es la parte más calórica del pan

Este mito es incorrecto. La Fundación Española de la Nutrición aclara que la miga, al ser más húmeda, contiene una menor concentración de nutrientes y, por ende, menos calorías. La corteza, al ser más densa, tiene un mayor aporte nutricional.

Mito 6: tostar el pan en exceso es dañino

La idea de que el pan muy tostado causa cáncer ha circulado ampliamente, pero es un malentendido. Si bien la acrilamida, un compuesto que se forma al cocinar a altas temperaturas, puede ser perjudicial, no se debe demonizar al pan tostado. Es recomendable disfrutarlo dorado, evitando que se queme para mantener su calidad.

Desmantelar estos mitos es esencial para restablecer la imagen del pan como un alimento nutritivo y versátil. Con un enfoque equilibrado y una elección consciente de panes integrales, el pan puede seguir siendo una parte valiosa de una dieta saludable.