El síndrome del ojo seco: qué es esta molestia típica del otoño

Quedan pocos días para finalizar el verano y, con ello, la entrada de una nueva estación: el otoño. Gripes y resfriados suelen ser los protagonistas de estos meses, pero no son las únicas molestias que traen consigo. El síndrome del ojo seco también suele darse en esta época.

Según describe el National Eye Institute, ocurre cuando los ojos no producen suficientes lágrimas para mantenerse húmedos o cuando estas no cumplen correctamente su función. Esto puede hacer que sienta incomodidad en los ojos y, en algunos casos, también puede causar problemas de visión.

Esta molestia afecta al 30 % de la población, según el Instituto Oftalmológico de Granada. No obstante, se prevé que para dentro de cinco años aumente hasta el 50 %, siendo el porcentaje aún más alto en edades avanzadas, sobre todo en las mujeres.

Aunque está presente durante todo el año, suele ser más común en otoño debido a determinados factores ambientales, como los cambios de temperatura, el viento o determinados alérgenos.

Desde la Sociedad Española de Oftalmología indican que en la mayor parte de las ocasiones esta enfermedad no conlleva complicaciones, aunque sí molestias para el paciente. «Solo en algunos casos puede ser grave y favorecer la presencia de lesiones en la córnea que pueden comprometer la visión».

Síntomas

Los signos de este síndrome, que suelen afectar a los dos ojos, pueden incluir sequedad, mucosidad viscosa en los ojos, sensación de pinchazo o ardor, sensibilidad a la luz, enrojecimiento, visión borrosa o fatiga ocular, según recoge la Clínica Mayo. Asimismo, quienes usen lentes de contacto notarán que existe mayor dificultad para usarlas, así como para conducir cuando la luz escasea o es de noche.

Prevención

Esta molestia se puede prevenir disminuyendo el tiempo que pasamos delante de pantallas como el ordenador, el móvil u otros dispositivos electrónicos de lectura. En caso de no poder evitarlo, conviene descansar la vista cinco minutos por cada hora de lectura, tal y como recomiendan desde el Centro de Oftalmología Barraquer.

De igual manera, se pueden disminuir las probabilidades de padecerlo si humidificamos el ambiente, nos alejamos de ambientes secos y reducimos el uso de lentes de contacto. El parpadeo constante está recomendado, ya que de esta forma el ojo se mantiene lubricado de forma natural.

Se sugiere también tener una buena hidratación y seguir una alimentación rica en vitaminas y minerales. Para no notar tanto los síntomas, se pueden usar lágrimas artificiales antes de llevar a cabo actividades como leer, estar frente al ordenador o ver la televisión.