lentillas

Aproximadamente el 7,4 % de la población española de entre 12 y 65 años utiliza habitualmente lentillasGTRES

Estos son los peligros de ducharse con las lentillas puestas

Existe una ameba que reside en el agua llamada acanthamoeba que puede quedar atrapada detrás de la lente y dañar el ojo

El 63 % de la población española ya utiliza gafas o lentillas para corregir su visión, según datos de la Encuesta Nacional de Salud (ENS) realizada por el Instituto Nacional de Estadística (INE). El mercado de las lentes de contacto, por su parte, sigue creciendo año a año y en 2020 alcanzó los 202,1 millones de euros en el mercado español. Aproximadamente el 7,4 % de la población española de entre 12 y 65 años utiliza habitualmente lentillas, es decir, unos 2,5 millones de usuarios.

Por ello, debido a su uso extendido, es importante recalcar algunas indicaciones para evitar problemas graves. Una de ellas es evitar el contacto del agua del grifo con las lentillas. Tal y como recalca la Clínica Baviera, esta agua puede arrastrar algunos gérmenes que pueden llegar al ojo, usar las lentillas como reservorio y causar infecciones oculares, como la conjuntivitis.

Existe también una ameba que reside en el agua llamada acanthamoeba, que puede quedar atrapada detrás de la lente y dañar el ojo. Si esta nos afecta, puede causar dolor, enrojecimiento y visión borrosa, por lo que puede llegar a ser confundido con la conjuntivitis. Esta ameba puede estar también presente en las piscinas, ya que sobrevive al cloro, por lo que tampoco está recomendado nadar con las lentillas puestas. En caso de hacerlo, deberá de ser con unas gafas que aíslen lo suficiente los ojos del agua.

Este consejo es importante también a la hora de guardar las lentes, ya que nunca se debe hacer en agua del grifo, pero también para evitar las duchas con las lentillas puestas. Además de los perjuicios que pudiera causar el agua, el jabón también puede alojarse en ellas y causar irritación en los ojos. Asimismo, en el caso de que ese champú o gel nos entre en los ojos, será mucho más complicado limpiarlos y puede provocar que las lentillas se terminen moviendo dentro del ojo.

Otras indicaciones

Asimismo, existen otras actividades cotidianas en las que no está recomendado el uso de lentillas, como al dormir. Aunque sea una siesta corta, es imprescindible quitárselas para evitar que se sequen, se peguen al ojo o causen lesiones oculares más graves.

Hay que ser cuidadoso con el uso de las lentes de contacto, ya que la sobreexposición puede causar problemas como la queratitis, una gama de patologías producidas por estos productos. Su espectro es variado y va desde una patología por larga exposición, hasta casos graves de infección por hongos, por amebas o bacterias. Sus síntomas pueden incluir enrojecimiento ocular además de sensación de cuerpo extraño.

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