¿Por qué es importante tener voz interior a la hora de memorizar?

Hablar con nosotros mismos o lo que se conoce como voz interior nos ayuda a solucionar las distintas tareas del día a día, desde las más rutinarias, como hacer la comida, hasta situaciones más complejas como preparar un examen o una reunión de trabajo. Los psicólogos afirman que la experiencia de hablar en silencio con nosotros mismos desempeña un papel importante en procesos cerebrales como la memoria, la regulación emocional o la resolución de problemas.

Hasta ahora, la ciencia consideraba que tener voz inferior era algo común a todos los seres humanos, sin embargo en los últimos años los investigadores se han dado cuenta de que no todas las personas comparten esta experiencia, según se recoge en un nuevo estudio publicado en la revista científica Psychoological Science.

Según la lingüista Johanne Nedergård de la Universidad de Copenhague, las personas describen la condición de vivir sin una voz interior como algo que consume mucho tiempo y es difícil, porque deben dedicar tiempo y esfuerzo a traducir sus pensamientos en palabras:

«Algunos dicen que piensan en imágenes y luego las traducen en palabras cuando necesitan decir algo. Otros describen su cerebro como una computadora que funciona bien, que simplemente no procesa pensamientos verbalmente y que la conexión con el altavoz y el micrófono es diferente a la de otras personas. Y aquellos que dicen que hay algo verbal sucediendo dentro de sus cabezas normalmente lo describirán como palabras sin sonido».

Difícil recordar palabras y rimas

Johanne Nedergård y su colega Gary Lupyan de la Universidad de Wisconsin-Madison son los primeros investigadores del mundo en estudiar si la falta de una voz interior, o anendofasia, como han acuñado la enfermedad, tiene alguna consecuencia en la forma en que estas personas resuelven los problemas. por ejemplo, cómo realizan tareas de memoria verbal.

Las personas que informaron que experimentaban un alto grado de voz interior o muy poca voz interior en la vida cotidiana fueron sometidas a un experimento cuyo objetivo era determinar si había una diferencia en su capacidad para recordar la entrada del lenguaje y otra en su capacidad para encontrar rimas.

En el primer experimento, según se recoge en el estudio, los participantes recordaron palabras en orden: palabras que eran similares, ya sea fonéticamente o en ortografía, por ejemplo, «comprado», «atrapado», «tenso» y «verruga».

«Es una tarea que será difícil para todos, pero nuestra hipótesis era que podría ser aún más difícil si no tuvieras una voz interior porque tienes que repetirte las palabras dentro de tu cabeza para poder recordarlas», explica Johanne Nedergård quien añade: «Y esta hipótesis resultó ser cierta: los participantes sin voz interior recordaban las palabras significativamente peor. Lo mismo se aplicaba a una tarea en la que los participantes tenían que determinar si un par de imágenes contenían palabras que rimaran, por ejemplo imágenes de un calcetín y un reloj. También en este caso es fundamental poder repetir las palabras para comparar sus sonidos y así determinar si riman».

En otros dos experimentos, en los que Johanne Nedergård y Gary Lupyan probaron el papel de la voz interior al cambiar rápidamente entre diferentes tareas y distinguir entre figuras muy similares, no encontraron ninguna diferencia entre los dos grupos. A pesar de que estudios previos indican que el lenguaje y la voz interior juegan un papel en este tipo de experimentos.

«Tal vez las personas que no tienen una voz interior simplemente hayan aprendido a utilizar otras estrategias. Por ejemplo, algunos dijeron que golpeaban con el dedo índice cuando realizaban un tipo de tarea y con el dedo medio cuando se trataba de otro tipo de tarea», dice Johanne Nedergård.

Significado práctico

Según las lingüistas, las diferencias en la memoria verbal que han identificado en sus experimentos no se notarán en las conversaciones cotidianas. Y la pregunta es: ¿tener una voz interior no tiene ningún significado práctico o conductual?

«La respuesta corta es que simplemente no lo sabemos porque apenas hemos comenzado a estudiarlo. Pero hay un campo en el que sospechamos que tener una voz interior influye y es la terapia. En la terapia cognitivo-conductual ampliamente utilizada, por ejemplo, es necesario identificar y cambiar patrones de pensamiento adversos, y tener una voz interior puede ser muy importante en ese proceso. Sin embargo, todavía no está claro si las diferencias en la experiencia de la voz interior están relacionadas con la forma en que las personas responden a diferentes tipos de terapia», afirma Johanne Nedergård, a quien le gustaría continuar su investigación para saber si otras áreas del lenguaje se ven afectadas si se no tienes una voz interior.