Las 40 señales que te indican que estás en una relación tóxica
El psicólogo Iñaki Piñuel, en su libro 'Salir del infierno' explica cómo poner fin una relación tóxica y recuperar tu vida
Psicópata, narcisista, tóxico o maquiavélico, da igual el término que se emplee para referirse a aquellos que viven de someter a los demás a una devastación emocional, especialmente a sus parejas. El psicólogo Iñaki Piñuel, en su último libro Salir del infierno (Ed. La Esfera de los Libros), ofrece las claves para salir del infierno psicopático: «Sabiendo que nunca cambiarán, no queda otro remedio que alejarse de ellos y practicar el contacto cero».
Uno de los principales problemas a los que se enfrentan muchas personas –hombres o mujeres– es ver y reconocer cuando se está en una relación insana en la que el amor de verdad está ausente: «El amor de pareja debería ser una experiencia feliz y agradable que debiera llevarte a ser tu mejor versión dentro de un crecimiento, reciprocidad positiva y apoyo mutuos y progresivos».
En el libro Iñaki Piñuel explica que «una relación de pareja sana tendría que conducirte a ser cada vez más tú mismo y, al mismo tiempo, más feliz. Aunque pueda conocer problemas y altibajos, estos siempre se resuelven en una mayor madurez y compenetración en la relación. Tus sentimientos habituales de ansiedad, inseguridad, culpa, miedo, incertidumbre y desesperación nada tienen que ver con el amor verdadero».
El amor no duele. Lo que duele es el maltrato, el abuso, la desconfianza, así como las infidelidades y mentirasPsicólogo y autor de Salir del infierno
El psicólogo afirma que el maltrato, el abuso o la desconfianza «deben ser erradicadas de tu vida cortando por lo sano la relación con tu psicópata si quieres quedar libre y disponible para mantener una relación gratificante con una persona adecuada que merezca la pena».
40 indicadores de estar en el infierno
Iñaki Piñuel ofrece 40 indicadores que describen una relación insana en la que el amor de verdad está ausente:
- Tu relación es unilateral. Sientes que tus sentimientos no obtienen la reciprocidad que esperas de la otra parte y, aun así, permaneces colgado de la relación.
- La relación viene marcada por su ritmo, sus reglas, sus de-seos. Si intentas hacerlo a tu manera, lo que obtienes son ninguneos, muros de silencio, evitación o respuestas hostiles pasivo-agresivas.
- Te sientes como si tu relación te estuviera desestabilizando o volviendo loco. Tu relación está afectando a otras partes de tu vida: amistades, trabajo, familia, etc.
- Has intentado dejar la relación, pero es como si no escuchara o se hiciera el sueco.
- Has pedido tu espacio, que te deje tranquilo, pero, aun así, sigue intentando contactar, a pesar de haberle dejado claro que no quieres saber nada más de la relación.
- Estás contemplando solicitar una orden de alejamiento, pues algunas personas consideran que lo que hace contigo raya en el acoso.
- Cuando dejas claro que la relación acabó, explota y se altera emocionalmente con ira y rabia repentinas. No acepta un no por respuesta. Con la misma rapidez se le pasa el enojo y se manifiesta cariñosamente.
- Sientes una absoluta ausencia de cariño, confianza y respeto. Piensas que ha traicionado tu confianza y que no podrás volver a confiar en esa persona.
- Crees ser víctima de lo que podrían denominarse «comportamientos inapropiados» que incluso pueden calificarse como humillaciones, vejaciones, agresiones verbales o malos tratos psicológicos.
- A pesar de las humillaciones y el rechazo continuado, no puedes dejar de regresar a la relación.
- Sientes como si tuvieras una adicción a esta persona, pues siempre vuelves a la relación, a pesar ser sistemáticamente decepcionado y de recibir jarros de agua fría por su parte una y otra vez.
- Te da la sensación de que dispones de poca o ninguna defensa para hacerte respetar o que no puedes hacer respetar tus límites.
- Percibes que tiene la actitud de cuentista o vendedor de motos. Promete todo tipo de cosas con vistas al futuro, solo para poder aprovecharse de ti en el presente. Compruebas que en el pasado sus promesas han sido de forma reiterada decepciones para ti.
- Consideras que usa contigo la manipulación para sacarte y obtener todo tipo de ventajas de forma oportunista, mirando única y egoístamente por su exclusivo beneficio.
- Carece por completo de empatía y no le preocupa en absoluto el efecto que sus acciones, palabras o hechos puedan tener sobre tus emociones.
- Su comportamiento contigo ha sido arrogante, prepotente, como un amo frente a su esclavo o un dios frente a su adorador.
- Te da miedo. Sientes una amenaza a tu integridad, seguridad, bienes o economía.
- Sufres de acoso psicológico, sexual o físico por su parte.
- Ha conseguido hacerte olvidar quién eras. Esta relación ha conseguido eclipsar casi totalmente tus valores, gustos, aficiones, hobbies, amistades, por lo que ahora sufres alienación, desconexión o aislamiento del resto del mundo.
- Adopta continuamente un falso papel de víctima, asignándote ser su victimario. Aunque no has hecho nada malo, te sientes culpable y analizas una y otra vez tu comportamiento para verificar si te estás equivocando en algo y así rectificar.
- Has intentado cortar la relación varias veces, sin éxito.
- Cada vez que cortas, se las arregla para engatusarte emocional o sexualmente y volver a la relación contigo manipulando tus emociones.
- Sus promesas de cambio, cuando intentas dejar la relación, no tardan en verificarse como mentiras puestas al servicio de forzarte a volver, dándole otra oportunidad.
- En rupturas anteriores, se las ha ingeniado para tener de nuevo relaciones sexuales contigo, y volver a la relación de un modo manipulativo.
- Las personas que ven desde fuera tu relación te advierten repetidamente de que se trata de una relación vacía o ajena al cariño o verdadero amor por su parte.
- Observas que intenta manipularte triangulando con terceras personas. Utiliza habitualmente esa técnica de manipulación para exacerbar en ti el deseo mimético (inducir celos o ponerte los dientes largos) y acrecentar artificialmente tu deseo.
- Has descubierto que otras personas antes que tú han sido tratadas del mismo modo en relaciones anteriores. Como tú te ves ahora, otros se vieron antes que tú en el mismo tipo de relación con esta misma persona.
- Si trabajas con esta persona, se te hace imposible colaborar o fiarte de ella en lo profesional.
- Trata de mantener el contacto una vez rota la relación con el pretexto de «quedar como amigos», solo para manipularte una vez más y seguir consiguiendo cosas de ti.
- Para enamorarte utilizó contigo el gancho o anzuelo de la simulación de indiferencia o estrategia de la coqueta, simulando no querer una relación contigo o no estar interesado en ti o que nunca querría tener una relación con nadie, y eso exacerbó en ti el deseo mimético.
- Te dice que deberías cortar la relación por tu propio bien y que no te es conveniente seguirla, pero luego obra en sentido contrario.
- Aunque estáis ya separados o divorciados, pretende seguir controlando tu vida de algún modo a distancia.
- Quieres escapar y salir de la relación, pero no sabes cómo hacer.
- En momentos, has flirteado con la idea de quitarte la vida al creerte sin escapatoria, o cuando la bronca con tu pareja te ha dañado de forma extrema.
- Has pensado el modo de vengarte, perjudicarle o de hacerle daño como forma extrema de librarte de él y te has asustado de tu propia reacción.
- Te encuentras espiando su vida, sus redes sociales, sus correos, sus contactos, etc. Te sorprendes a ti mismo como detective curioseando en su Facebook, interceptando sus correos, entrando en sus diarios privados, traspasando límites que nunca habrías imaginado traspasar.
- Te encuentras en una situación de adicción al alcohol, medicamentos o drogas para poder sobrellevar la bronca de vuestra relación de pareja.
- Te sientes como el malo de la película cuando quieres cortar la relación. Te crees culpable por si le pasa algo o se hace daño, y aun así consideras que no es posible seguir con esa relación.
- Sabes que tu relación ha sido una ficción, más basada en tus ideas y sueños que en realidades tangibles que hayas podido verificar o contrastar. Te invade la frustración por habértelo creído y haber vivido en la fantasía y en una mentira.
- Vives una vida zombi como de una «muerte en vida» y te planteas que tienes que elegir radicalmente entre cortar con tu psicópata o dejarte morir en una relación que poco a poco está acabando contigo.
Una vez identificado el problema, el psicólogo ofrece en el libro las claves para salir del infierno empezando por la valiente decisión de «zafarse de tu psicópata» y cómo mantener el contacto cero para recuperar la vida.