Por qué nunca hay que irse a dormir con el pelo mojado
Para bajar la temperatura corporal una buena opción es darse una ducha con agua templada
Con las subida de temperaturas generalizadas en toda España resulta tentador darse una ducha de agua templada para bajar la temperatura corporal justo antes de meterse en la cama. La doctora María José Martínez, coordinadora del grupo de trabajo de cronobiología de la Sociedad Española del Sueño (SES), asegura que para poder dormir, primero hay que enfriar el cuerpo: «Nuestros órganos se tienen que enfriar, como ocurre con una máquina. Estos desprenden calor y a través de la piel tenemos que expulsar lo que nos sobra hacia fuera. Si la temperatura que hay en el exterior es muy superior, resulta muy complicado expulsarlo».
La doctora afirma que para bajar la temperatura corporal, una buena opción es darse una ducha con agua templada: «Aunque parezca contradictorio, si aplicamos calor sobre la piel favorecemos que los vasos sanguíneos se abran, dilaten y entonces expulsen el calor». Esta es la forma con la que el cuerpo se enfriará y podremos conciliar el sueño.
Qué hacemos con el pelo
Pero ¿qué pasa con la cabeza? ¿Debemos acostarnos con el pelo mojado?
Médicos del Colegio Ibero Latinoamericano de Dermatología explican que «si tienes la costumbre de lavar el cabello antes de irte a la cama, sin intención de secarlo correctamente, recuerda que lo predispones a que se quiebre» y añaden: «Dejarlo húmedo es el caldo perfecto para la proliferación de microorganismos patógenos y la alteración del microbioma, es mejor secarlo antes de irte a dormir».
En esta misma línea, el Dr. Antonio Burgos Rueda afirma que «irse a dormir con el cabello mojado puede provocar problemas como: mayor sensibilidad capilar y aumento de la porosidad de la superficie capilar; inflamación del cuero cabelludo por la humedad; caspa; enredos y nudos en el pelo; así como dolores de cabeza y resfriados».
El médico especialista en injerto capilar explica: «En cualquier caso, es importante secarse el pelo antes de acostarse, aunque tampoco es conveniente abusar del secador» y añade: «Lo mejor es frotarlo de forma suave con una toalla y utilizar un peine de dientes anchos para desenredarlo y evitar la caída del cabello», concluye.