La clave para evitar infecciones y resfriados de cara al otoño
Seguir hábitos saludables en la alimentación nos ayudará a mantener un sistema inmunitario saludable y reducir las posibilidades de enfermar
Con el mes de septiembre las temperaturas veraniegas van dejando paso a un clima más otoñal, una estación de cambios a los que el cuerpo necesita acostumbrarse. Cada año los expertos advierten sobre cómo durante este periodo el organismo presenta deficiencias a la hora de defenderse de bacterias y otros microorganismos.
Tener a punto nuestro sistema inmunológico es una tarea relevante para nuestra salud, ya que se trata de un sistema complejo de células que trabajan de forma coordinada para mantener la integridad de nuestro organismo. Mantenerlo en estado óptimo durante el cambio de estaciones nos asegura evitar problemas de salud, de ahí la importancia de mantener un estilo de vida saludable que incluya una buena alimentación, práctica deportiva y una buena rutina de sueño, así como una buena vigilancia del peso. Todos estos factores guardan una estrecha relación con un sistema inmunológico saludable.
Según indica la Dra. Ascensión Marcos, Directora del Grupo de Inmunonutrición del Instituto de Ciencia y Tecnología de Alimentos y Nutrición (ICTAN) del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), «el sistema inmunológico y la necesidad imperativa de cuidarlo debe ser una prioridad para la sociedad y los sistemas de salud del mundo entero. La capacidad de nuestro organismo para defenderse de agentes externos ha puesto a prueba gran parte de la evolución médico-científica de la historia de la humanidad, enfocada en frenar el avance de los virus».
Según la Dra. Marcos, «cuando hablamos de inmunonutrición es necesario tener presentes algunos consejos generales que pueden ayudarnos a prevenir un importante grupo de enfermedades. Por ello, es importante mantener una dieta equilibrada, intentar cocinar sano, evitar situaciones de altísimo estrés o, si aparecen, tratar de saber manejarlas lo mejor posible, realizar actividades que transmitan tranquilidad y, por supuesto, realizar actividad física o ejercicio que podamos disfrutar».
Fuera estrés
A ese respecto, se ha demostrado que unos patrones de alimentación basados en la Dieta Mediterránea están asociados a una menor fragilidad y a una mejora de nuestras capacidades cognitivas. Aunque el organismo de cada individuo es único, está demostrado que una adherencia a alimentos saludables, junto a un estilo de vida activo, puede reportarnos distintos beneficios para nuestras defensas.
En palabras de la doctora Marcos, «para cuidar conscientemente el sistema inmunológico es imprescindible tener en cuenta estas directrices, además de ingerir alimentos con un alto contenido de minerales, vitaminas y polifenoles como frutas, verduras, legumbres, cereales integrales y frutos secos, añadiendo en el cocinado aceite de oliva virgen, así como un consumo moderado de bebidas fermentadas como la cerveza, entre otras, siempre en el caso de adultos sanos».
Alejarnos de actividades que nos provoquen estrés también es importante, ya que estas situaciones pueden provocar que nuestro sistema inmune responda de manera menos eficiente. Por último, lo ideal es llevar un estilo de vida activo.