Sebastián Girona: «Para tener una segunda oportunidad en el amor deben pasar al menos seis meses»
El psicólogo da las claves para que, tras una ruptura, un reencuentro funcione
Toda pareja ha sufrido en alguna ocasión una crisis en su relación que puede derivar en una ruptura. Sin embargo, es frecuente que quieran luchar por arreglar las cosas, es entonces cuando se plantean: ¿Son las segundas oportunidad buenas? El psicólogo especializado en vínculos de pareja y autor de No te aguanto más y Cada cual por su lado, Sebastián Girona asegura que no es una mala idea, aunque en su opinión, para que la relación funcione, entre una situación y otra, debe pasar cierto tiempo y producirse cambios: «Es necesario que los dos analicen qué sucede y qué es lo que hacemos cuando no estamos juntos, porque de lo contrario, independientemente que haya un buen primer momento, va a resultar exactamente lo mismo».
En los vínculos sexo afectivos, no hay garantía de éxito. La reconciliación debe entenderse como un punto de partida, no de llegada, y requiere de mucho esfuerzo por ambas partes.
Posiblemente, nazcan muchas preguntas, por ejemplo: ¿Por qué debería funcionar en esta ocasión si la otra vez no fue bien? Todos tenemos una parte que podemos cambiar en nuestra personalidad. La experiencia de habernos separado antes, puede ayudarnos en la evolución.
–¿Es una opción pensar en segundas oportunidades?
–Darse otra oportunidad siempre puede ser una opción, pero volver vuelve cualquiera, el desafío es volver y que funcione. La cuestión pasa por volver y que ambos integrantes tengan la voluntad y el tiempo para cambiar las cosas que hicieron que la primera vez no funcione.
–¿Cuánto tiempo debería transcurrir entre una relación y otra?
–El suficiente para que cada uno pueda revisar lo que le corresponde. No hay un tiempo exacto, pero te diría que siendo benevolente deberían ser se meses. Pero no se trata solamente de una cuestión de cantidad, sino que también se trata de ver que hacemos durante ese tiempo. Puede pasar todo el tiempo del mundo, pero si no me siento a revisar que cosas mías atentaron contra la relación, no hay caso. Esto se entiende bajo la lógica de las responsabilidades compartidas que indica que si la pareja funciona bien es responsabilidad de los dos y si funciona mal, también. Esto no quiere decir que sea 50 y 50, a veces uno tendrá más responsabilidad que el otro, pero lo importante es tener la voluntad y la valentía de revisarlo.
–¿Consideras que las personas pueden cambiar su forma de ser dentro de la relación?
– Todas las personas tenemos distintos niveles en nuestra personalidad que van desde afuera hacia adentro. En un nivel más superficial tenemos características que podemos revisar y cambiar algunas, estas muchas veces las utilizamos para interactuar con los otros, incluido claro está nuestra pareja. Los otros dos niveles son más difíciles de cambiar, llegando hasta nuestro temperamento que es natural e inalterable. Pero además de eso, vamos cambiando con el paso del tiempo, no eres lo mismo a la misma, a tus 20 que a tus 40, por ejemplo, aunque mantengas la esencia. Todo esto quiere decir que es posible, pero no fácil, o sea que implica un deseo, tiempo y trabajo psicológico.
– En el caso de que haya habido infidelidades, ¿funcionan las segundas veces?
–Sí, puede funcionar también, pero dependerá en ese caso de cuan grave haya sido porque no todas las infidelidades son iguales. Si fue con un amigo conocido, si duró mucho tiempo, si existió mucho daño de por medio, quizás la relación haya sido tan dañada que puede que no sea posible.
– ¿Se puede recuperar la confianza en la otra persona?
–Se puede recuperar esa confianza, pero llevará tiempo y esfuerzo de ambos, especialmente de quien cometió la infidelidad, ya que tiene que existir un claro esfuerzo por ser transparente y abierto y tiene que manifestar una clara voluntad de recuperar la relación. Aun con todo esto, dependerá de la otra parte y de lo traumática que haya sido la infidelidad.
– ¿Cuándo no recomendaría nunca una segunda oportunidad?
–Cuando existió violencia de género y violencia psicológica no se puede volver a intentar bajo ninguna circunstancia. Cuando sin llegar a esos extremos no existe una valoración personal por parte de tu pareja, tampoco se puede intentar volver.