Salud
Los riesgos del vapeo: la práctica que parece inocua pero puede acarrear problemas de salud
El Ministerio de Sanidad advierte de que produce efectos fisiológicos adversos en las vías respiratorias
Desde que en la primera década de este siglo se pusieran de moda los cigarrillos electrónicos, han sido numerosos los debates acerca de su repercusión en la salud. Aunque muchos expertos evidencian que es preferible vapear a fumar, otros hacen hincapié en que aspirar vapor no es una práctica saludable y puede derivar en consecuencias desastrosas para el organismo.
Los cigarrillos electrónicos son dispositivos que se utilizan para consumir vapor con o sin nicotina y que se venden en estancos, tiendas especializadas y por internet. Aunque existen desde principios de siglo, no sería hasta el 2010 cuando su uso comenzó a popularizarse, en parte gracias a la enorme campaña de marketing llevada a cabo por las grandes casas tabacaleras, que vieron la necesidad de reinventar su negocio ante la subida del precio de las cajetillas y el descenso en el número de fumadores.
Aunque estos productos se presentan y publicitan como inocuos, se han evidenciado ciertos efectos en la salud derivados de su consumo, como efectos fisiológicos adversos en las vías respiratorias. Según un informe del Ministerio de Sanidad, se han encontrado sustancias cancerígenas en líquidos y aerosoles y se han producido numerosas intoxicaciones y efectos adversos relacionados con estos productos.
Asimismo, se desconoce qué efectos producirá en sus consumidores a largo plazo. Al ser un producto relativamente reciente, tan solo tenemos evidencia de sus consecuencias a corto plazo.
En Estados Unidos en los meses de agosto, septiembre y octubre de 2019 se reportó un brote de afecciones pulmonares asociadas al consumo de cigarrillos electrónicos, conocido como EVALI. Según el informe del Ministerio, que data de este año, casi 3.000 personas se han visto afectadas y 68 han fallecido a causa de esta afección, que ya se ha catalogado como epidemia por dos organizaciones sanitarias americanas.
Mejor vapear que fumar
En lo que sí coinciden muchos expertos es en el beneficio para la salud si se vapea en lugar de fumar cigarrillos de combustión. El catedrático de química analítica y profesor de análisis químico de la Universitat de València, Miguel de la Guardia, proporciona datos tras investigar los marcadores cancerígenos de fumadores y vapeadores: «En los estudios que hemos hecho nosotros en el laboratorio de Valencia con fumadores, no fumadores y vapeadores el resultado era que las cargas [de marcadores cancerígenos] eran muy altas en fumadores, mientras que en vapeadores y fumadores de tabaco calentado eran un cinco por ciento o un diez por ciento de las que presentaban los fumadores».
La experta en consumo de tabaco, Lindsey Stroud, ya dijo en una entrevista a El Debate que «se observan reducciones en las tasas de fumadores» desde la llegada de los vapeadores y ponía como ejemplo países tales como Japón, con un descenso del 40 %.
La organización americana Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades advierte, por tanto, que si nunca se ha fumado, no se comience a hacerlo ni se prueben los vapeadores. La infinita variedad de sabores y su formato cada vez más pequeño impulsan especialmente a los jóvenes a iniciarse en este mundo.
En nuestro país, El Gobierno de España intenta ponerle coto a este nuevo vicio aprobando el anteproyecto de Ley del Mercado de Tabacos y Otros Productos Relacionados con el fin de equiparar el cigarrillo electrónico al convencional al regular su venta exclusiva en estancos en un plazo de cinco años. El sector del vapeo, por su parte, reaccionó negativamente ante esto alegando que será su desaparición y que esta medida solo favorece a las tabacaleras.