Los rayos ultravioleta aumentan el apetito pero también previenen el incremento de peso
Una investigación abre nuevos enfoques en la prevención y el tratamiento de la obesidad y los trastornos metabólicos
La obesidad es una enfermedad crónica por una acumulación excesiva de grasa que conlleva problemas de salud. Según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), en 2022 una de cada ocho personas en el mundo eran obesas y, por tanto, con riesgo de desarrollar diabetes de tipo 2 y cardiopatías; afectar la salud ósea y reproductiva; aumentar el riesgo de algunos tipos de cáncer e influir en aspectos de la calidad de vida como el sueño o el movimiento.
Teniendo en cuenta que tanto el sobrepeso como la obesidad son la consecuencia de un desequilibrio entre la ingesta calórica y el gasto calórico, los expertos aseguran que la clave está en hacer cambios en la dieta. Reducir las calorías y adoptar hábitos de alimentación más saludables combinado con la práctica del ejercicio aeróbico es un inicio fundamental.
Sin embargo, cambiar de estilo de vida no siempre es fácil y el secreto podría estar en la exposición a los rayos ultravioletas. En un nuevo estudio, un equipo de dermatólogos evaluó el efecto del sol sobre el apetito y la regulación del peso.
Descubrieron que la exposición a los rayos ultravioletas UV aumenta los niveles de norepinefrina, disminuye los niveles de leptina e induce el oscurecimiento de la grasa subcutánea, aumentando así el gasto de energía.
Estos resultados, que aparecen en el Journal of Investigative Dermatology, publicado por Elsevier, allanan el camino para nuevos enfoques para prevenir y tratar la obesidad y los trastornos metabólicos.
Los coautores principales Qing-Ling Quan, y Eun Ju Kim, PhD, dermatólogos del Hospital Universitario Nacional de Seúl, explican en un comunicado: «La evidencia reciente ha sugerido que la exposición a los rayos UV limita el aumento de peso corporal en modelos de obesidad en ratones. La grasa subcutánea es un órgano fundamental en la regulación de la homeostasis energética. Además de estudios previos sobre los efectos de la exposición a los rayos UV en la obesidad y los trastornos metabólicos, nuestro equipo se inspiró en nuestro descubrimiento previo de que, aunque los rayos UV no llegan directamente a la grasa subcutánea cuando se exponen a la piel, pueden regular el metabolismo de la grasa subcutánea. Esto nos llevó a plantear la hipótesis de que la exposición de la piel a los rayos ultravioleta podría desempeñar un papel importante en la homeostasis energética sistémica, lo que impulsó esta investigación».
El sol influye en el hambre
Los investigadores descubrieron que cuando se exponían constantemente a la radiación ultravioleta, los ratones alimentados con una dieta normal y aquellos con una dieta alta en grasas mostraban un mayor apetito debido a una disminución de la leptina, una hormona clave en la regulación del apetito. Sin embargo, no hubo aumento de peso. Descubrieron que la radiación ultravioleta inhibe el aumento de peso al mejorar la secreción del neurotransmisor norepinefrina, que no solo disminuye la leptina sino que también aumenta el gasto de energía mediante el «oscurecimiento» de la grasa subcutánea.
La radiación ultravioleta inhibe el aumento de peso al mejorar la secreción del neurotransmisor norepinefrina
El aumento de la ingesta de energía, impulsado por el aumento del apetito, se convierte en calor y se quema antes de que pueda acumularse en la grasa subcutánea, evitando así el aumento de peso.
El investigador principal, Jin Ho Chung, explica: «Este estudio aclara el mecanismo por el cual la exposición a los rayos UV puede aumentar el apetito e inhibir el aumento de peso. Estos hallazgos contribuyen significativamente para comprender los efectos de la radiación UV sobre el metabolismo energético y la homeostasis y abrir nuevas vías para explorar estrategias de prevención y tratamiento de la obesidad y los trastornos metabólicos. Sin embargo, se necesitan más investigaciones sobre el tema. Los efectos a largo plazo y la seguridad de la exposición a los rayos UV, y debería haber un interés significativo en desarrollar nuevos enfoques terapéuticos que utilicen la eficacia de la radiación UV».
Sin embargo, como señaló el coautor Dong Hun Lee «debido a que la exposición a los rayos UV puede acelerar el envejecimiento de la piel y promover el cáncer de piel, es aconsejable minimizar la exposición a los rayos UV y proteger la piel con protector solar. Por lo tanto, nuestro equipo de investigación planea realizar estudios de seguimiento para desarrollar nuevas estrategias que puedan imitar los efectos de la radiación ultravioleta para la obesidad y la regulación metabólica».