Las personas que tienen problemas para conciliar el sueño tienen tendencia a ingerir alimentos, generalmente ricos en azúcares y grasas

Las personas con problemas para conciliar el sueño tienen tendencia a ingerir alimentos ricos en azúcares y grasas

Cinco maneras de perder peso sin hacer ejercicio

No solo lo que se come o se deja de comer afecta a la hora de adelgazar

Caminar, nadar o practicar algún tipo de deporte es fundamental para evitar enfermedades cardiovasculares, distintos tipos de cáncer y diabetes. La Sociedad Española de Medicina de Familia y Comunitaria (semFYC), explica que los beneficios de la actividad física son amplios e incluyen una mejor salud mental, menor riesgo de enfermedad cardiovascular, mejora del sueño y un menor riesgo de algunos cánceres.

Aunque los expertos aconsejan la práctica de algún tipo de actividad física hay quien no puede y necesita perder peso. Para esto existen cinco reglas fundamentales:

Decir adiós al azúcar

Restringir los alimentos con alta concentración de azúcares como las mermeladas o los refrescos. En su lugar, utiliza edulcorantes y refrescos dietéticos que no aporten calorías. La leche y los yogures serán desnatados. Se aconsejan 2-3 raciones al día para asegurar un aporte adecuado de calcio.

Aumentar las verduras

El contenido de fibra de las verduras es necesario para el proceso de pérdida de peso. La fibra ayuda al cuerpo a sentirse lleno por más tiempo y evita comer en exceso después. Los expertos de la Fundación Española del Corazón explican que hay que elegir «frutas crudas de consistencia firme, evitando las piezas cocidas o los batidos que aportan menor saciedad. Se recomienda un alto consumo de verduras y hortalizas. Lo ideal es consumir al menos cinco raciones diarias entre frutas y verduras».

Comer sin distracciones

Los programas de televisión se suelen utilizar como acompañamiento de las comidas. Pero los expertos aseguran que es un hábito equivocado. En lugar de ver la televisión, hay que prestar atención a cada alimento que se lleva a su boca. Mastique los alimentos lentamente para que se puedan digerir adecuadamente.

Beber mucha agua

En lugar de bebidas azucaradas, lo mejor es optar por agua para calmar la sed. El cuerpo humano está compuesto por un 60 % de agua, un elemento indispensable para mantener cuerpo y mente sana. Cada célula, tejido y órgano del cuerpo necesita agua para funcionar correctamente y, según los expertos, es fundamental para aquellos que buscan bajar de peso.

Las investigaciones sugieren que cuanto más hidratado esté, mejor será su cuerpo para completar tareas, desde pensar hasta quemar grasa. Los científicos han descubierto que el líquido puede suprimir el apetito, estimular el metabolismo y aumentar la motivación. Un artículo de 2015 descubrió que, entre los que seguían una dieta baja en calorías, los que bebían 500 ml de agua antes de cada comida perdieron 2 kg adicionales en el transcurso del estudio de tres meses.

Dormir bien

El sueño tiene un papel importante en la salud general, incluido el proceso de pérdida de peso. Por lo tanto, no dé por sentados los hábitos de sueño.

La evidencia científica demuestra que las personas que duermen mal (es decir, que tienen problemas para conciliar el sueño o que se despiertan y levantan de forma repetida durante la noche) tienen una mayor tendencia a ingerir –durante todo el día e incluso durante los despertares nocturnos– alimentos, generalmente ricos en azúcares y grasas como el chocolate, galletas, snacks o helados. Esto, según la doctora María José Martínez Madrid, se debe a la desregulación que produce la falta de sueño en el funcionamiento de dos hormonas, la grelina y la leptina: «Cuando dormimos poco se ve reducida la cantidad de leptina, que es la hormona de la saciedad, mientras que, por el contrario, se eleva la presencia de grelina, que es la hormona del hambre, por lo que aumenta la probabilidad de que realicemos picoteos de alimentos menos saludables».

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