Los siete síntomas que alertan de un accidente cerebrovascular
El término ictus se utiliza para describir las consecuencias de la interrupción súbita del flujo sanguíneo a una parte del cerebro
Los accidentes cerebrovasculares tienen un gran impacto en nuestra sociedad. En España es la principal causa de discapacidad en adultos y la segunda de mortalidad, de ahí la necesidad de un enfoque integral en su prevención, tratamiento y seguimiento.
Los ictus o enfermedad cerebrovascular se producen por la disminución u obstrucción del flujo sanguíneo. La sangre no llega al cerebro en la cantidad necesaria y, como consecuencia, las células nerviosas no reciben oxígeno, dejando de funcionar.
Esta interrupción puede ser por un ictus isquémico, por una obstrucción en una arteria, por lo general se debe a un coágulo que ha bloqueado un vaso sanguíneo, o ictus hemorrágico o derrame cerebral que implica la rotura de un vaso sanguíneo y, por lo tanto, el sangrado dentro del cerebro, lo que comprime y daña el tejido cerebral adyacente.
Otra causa de accidente cerebrovascular es un aneurisma. Según explican desde la Sociedad Española de Medicina Interna (SEMI), este hace referencia a un punto débil en una pared arterial, que se abomba debido a la presión de la sangre que circula dentro de la arteria afectada. Finalmente puede romperse y provocar un problema grave.
Los síntomas de alerta
Los síntomas de alarma más comunes incluyen:
- Convulsiones o dificultad respiratoria
- Pérdida del conocimiento
- Dificultades al deglutir o comer
- Cambio o pérdida de la visión repentinos en uno o ambos ojos
- Inicio rápido de cambios en el habla
- Pérdida repentina de fuerza en el brazo o en la pierna de un lado del cuerpo
- Dolor de cabeza intenso sin causa aparente.
Ante cualquier síntoma se debe acudir a Urgencias o llamar al número de emergencias 112, dado que los minutos pueden representar una diferencia significativa en la discapacidad y las tasas de mortalidad.
El Dr. David Pérez Martínez, jefe de Servicio de Neurología del Hospital Universitario La Luz de Madrid explica que la detección precoz y la intervención rápida son aspectos clave en la lucha contra el ictus: «El ictus es una emergencia médica que requiere atención inmediata para minimizar el daño cerebral y mejorar las posibilidades de recuperación; por ello, la identificación temprana de los signos y síntomas, junto con un tratamiento rápido, son fundamentales para reducir las secuelas y mejorar el pronóstico del paciente». El neurólogo añade que «el ictus no solo afecta a las personas mayores. Puede presentarse en adultos jóvenes e incluso en niños, por lo que es vital que todos estemos informados sobre los factores de riesgo y síntomas de alarma».
Según estudios recientes, hasta el 60 % de las personas que han pasado por un ictus agudo pueden desarrollar secuelas cognitivas que incluyen problemas de memoria, atención o lenguaje, lo que impacta significativamente en la calidad de vida de los pacientes.
El especialista destaca la importancia de la atención continua y la rehabilitación de los pacientes que han superado la fase aguda del ictus. «Una vez superada la fase crítica, el trabajo del neurólogo se vuelve fundamental en la identificación y manejo de las secuelas cognitivas y motoras que a menudo surgen tras un ictus», indica el doctor.
Estilo de vida saludables
El servicio de Neurología del centro hospitalario también enfatiza la necesidad de promover estilos de vida saludables como medida preventiva para reducir el riesgo de ictus. «Mantener una dieta equilibrada, hacer ejercicio regularmente, evitar el consumo excesivo de alcohol y tabaco, y controlar factores como la hipertensión, el colesterol y la diabetes, son acciones que pueden contribuir significativamente a la prevención de esta enfermedad», sostiene.