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Las razones para cortar los medicamentos son desde económicas hasta físicas

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Qué dicen los farmacéuticos sobre cortar las pastillas por la mitad

Las razones para cortar los medicamentos son desde económicas hasta físicas

Fraccionar los comprimidos es un hábito frecuente. Un estudio realizado en Alemania estimó que casi el 25 % de las pastillas se parten. Las razones varían desde las económicas hasta las físicas motivadas por la dificultad para tragar una pastilla entera. Los profesionales de la salud indican que, como norma general, las pastillas no deben partirse sin embargo, aquellas que tienen una ranura que facilita un corte limpio son las únicas que pueden optar al corte. La farmacéutica Meritxell Martí Castanyer afirma que «las formas galénicas –la manera en la que nos tomamos un medicamento– son importantes. De hecho, se formula con la dosis adecuada».

Martí Castanyer continúa explicando que «si hablamos de comprimidos, los únicos que se pueden partir son los ranurados, en los que ya está marcado, expresamente por donde se puede cortar, manteniendo siempre la misma dosis». Si no lleva la ranura y es absolutamente necesario partirla por falta de suministro de alguno de las dosis necesarias, siempre se debe hacer con un cortador de pastillas, en la que esta quedara depositada en el hueco, evitando que se mueva y garantizando un corte perfecto.

Si el fármaco no está ranurado, «nunca conseguiremos un corte perfecto, de hecho, la propia forma del comprimido o la cápsula hace que sea más difícil cortarlas, por ejemplo, cuando son redondas u ovaladas, esto hace que sea diferente y desconocida la dosis que vamos a tomar en cada momento».

Medicamentos en cápsulas

¿Qué pasa con los medicamentos que vienen en cápsulas? Como regla general, desde el Consejo General del Colegio de Farmacéuticos explican que es aconsejable tragar las cápsulas enteras, sin abrir ni manipular, ya que estas suelen incorporar un recubrimiento para proteger y evitar que el principio activo se vea afectado por los ácidos del estómago. No obstante, añaden, algunos medicamentos en cápsulas pueden abrirse pero, para evitar problemas, hay que consultar siempre al farmacéutico antes de manipularlo.

Pastillas que nunca se deben partir

Los medicamentos que entran en esta categoría incluyen a las píldoras de liberación prolongada ya que si se divide puede provocar que se disperse toda la dosis de golpe y puede ser muy peligroso. Tampoco pueden partirse las cápsulas líquidas o de microesferas, las píldoras asimétricas o los comprimidos muy pequeños.

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