¿Hacia una séptima ola? Los indicadores empeoran en toda Europa

¿Habrá una séptima ola próximamente? Imposible poder saberlo con seguridad, a la vista del imprevisible comportamiento del virus.

Pero una cosa es segura: la incidencia acumulada ha detenido su espectacular bajada durante la pasada semana y se ha estancado, los indicadores empeoran en Europa, algunas regiones españolas comunican repuntes –posiblemente influidos por las celebraciones casi sin restricciones del Carnaval– y las noticias que llegan de China no son nada tranquilizadoras.

Sin embargo, parece aún pronto para dilucidar qué va a pasar las próximas semanas. Y lo más responsable es no jugar a futurólogos. La población, aún la que no ha sufrido las peores consecuencias, arrastra el cansancio y el hartazgo lógicos de dos años de pandemia. Y las noticias que han taponado la crisis epidemiológica, con la invasión de Ucrania y los horrores de la guerra a la cabeza, no contribuyen a mejorar ese estado de estupefacción.

La incidencia detiene su caída

Una de las frases con más mala leche de Mafalda, el popular personaje de Quino, era aquella que decía: «Los diarios están llenos de malas noticias y nadie los devuelve por eso...». Muy cierto, pero el popular dibujante, fallecido en 2020, no vivió la convulsa época actual, donde los medios se arriesgan a acabar con la paciencia del lector–espectador por el riesgo de (intentar) informar.

Los hechos son los que son: con la caída aparentemente sin freno de la incidencia hasta hace una semana, este indicador parece haberse detenido. Hace algo más de siete días, el debate era cuándo el Gobierno español se atrevería a eliminar de una vez por todas la mascarilla en interiores, medida aún vigente. El presidente Pedro Sánchez intentaba capitalizar el seguro éxito del final de tan controvertida medida ganando tiempo: «Pronto, muy pronto será», dijo.

Sin embargo, hay quien cree que todo lo que pase por relajar las medidas aún vigentes puede provocar un efecto rebote del que nos arrepentiremos más pronto que tarde. Basta echar un vistazo alrededor para quien quiera motivos para ponerse en lo peor, pueda hacerlo.

El propio Sánchez ya ha matizado sus primeras palabras respecto a la eliminación de la mascarilla: «Vamos a ver si este mes ya podemos rebajarla del todo y tener un escenario homologable a otros países que con incidencias más altas han tomado la decisión», ha matizado. Sanidad teme que las celebraciones sin apenas restricciones de los Carnavales, así como las actuales Fallas de Valencia, eleven las cifras de contagios.

Récord de positivos en Alemania

Alemania vuelve a pasarlo mal por culpa de la pandemia.

El pasado 10 de marzo, el país registró un nuevo récord desde el inicio de la pandemia por coronavirus con 262.752 nuevos positivos por COVID-19 en 24 horas, frente a 210.673 hace una semana. Mientras, las autoridades mantienen su plan de relajación de medidas.

Está previsto que el 20 de marzo se prescinda, en gran medida, de las restricciones actuales o que estas se prolonguen a lo sumo hasta el 2 de abril, con el fin de dar un margen a los estados federados para crear las bases legales que permitan la introducción de medidas en caso de brotes a nivel regional.

Se mantendrán medidas básicas de protección como la distancia, normas de higiene y el testeo y las mascarillas para grupos particularmente vulnerables y para determinados espacios, como interiores y el transporte público.

La situación contempla, no obstante, la posibilidad de introducir medidas más estrictas a nivel regional en caso de un elevado número de contagios o una excesiva presión del sistema sanitario.

«Alemania tiene ahora la incidencia más elevada en Europa, con tendencia al alza y muchos muertos», advertía ayer el ministro de Sanidad, Karl Lauterbach, a través de Twitter, y recordó que «los no vacunados deberían vacunarse urgentemente».

La incidencia acumulada se situó este lunes en 1.543,0, después de 1.526,8 ayer, 1.259,2 hace una semana y 1.459,8 hace un mes, según datos del Instituto Robert Koch (RKI).

Inquietante China

Resulta difícil saber qué pasa exactamente en un país como China, aunque parece que las autoridades de Pekín empiezan a dudar con su estrategia de 'cero covid'.

El régimen ha confinado a 17 millones de habitantes de ciudad de Shenzhen por el coronavirus.

La ciudad ha entrado en cuarentena después de que se notificasen 66 nuevos casos de coronavirus. A partir de este lunes, toda la ciudad permanecerá cerrada, por lo que no se podrá coger un autobús o ir de compras a un centro comercial.

Los últimos rebrotes de covid que las autoridades chinas tratan de aplacar con fuertes restricciones a la movilidad provocaron hoy caídas en los parqués y la suspensión de operaciones de multinacionales con actividad en el país asiático, tales como Foxconn –fabricante de Apple–, Toyota o Volkswagen.

Preocupa también la situación en la provincia nororiental de Jilin, donde la ciudad de Changchun está igualmente confinada, lo que provocó que automovilísticas como Toyota o Volkswagen anunciaran hoy la suspensión temporal de la producción allí, que en ambos casos viene de la mano de la empresa local FAW Group.

Reino Unido: suben los casos en mayores de 55

Junto a Alemania, el Reino Unido parece ser otro de los países de nuestro entorno para controlar la situación epidemiológica.

La curva de casos diarios vuelve a repuntar desde el pasado 20 de febrero, cuando se registraron fueron 31.170, hasta los 72.898 del pasado viernes 11 de marzo.

Precisamente, el diario The Guardian ha recogido un estudio realizado con 100.000 personas que muestra que los casos están aumentando entre mayores de 55 años.

El aumento de la socialización, la disminución de la inmunidad y una versión más transmisible de la variante ómicron amenazan con un resurgimiento del virus, asegura el rotativo.

Las pruebas realizadas para esta investigación apuntan a que una de cada 35 personas dio positivo entre el 8 de febrero y el 1 de marzo, y los casos se han igualado o han aumentado en las personas mayores de 55 años.