Las razones políticas que hay detrás del nombre de la variante ómicron
Rechazar las letras 'Nu' y 'Xi' tendría que ver con la necesidad de evitar la confusión y la estigmatización, pero otros ven motivaciones políticas
La Organización Mundial de la Salud ha decidido bautizar las mutaciones que van apareciendo de la covid con letras que proceden del alfabeto griego. Hasta el momento han sido trece y la nueva variante sudafricana debería de haberse llamado 'Nu'. Pero la cepa identificada con las iniciales SARS-CoV-2 B.1.1.529 recibió la decimoquinta letra del alfabeto, ómicron, omitiendo dos de ellas: 'Nu' y 'Xi'. ¿Las razones? Querían evitar confusiones, pero, sobre todo, no ofender a nadie.
Margaret Harris, portavoz de la OMS, explicó que 'Nu', «suena muy parecido al adjetivo 'nuevo' (new) en inglés». Es decir, podía dar lugar a equívocos, ya que 'nu' y 'new' tienen un sonido extremadamente similar. Dicho de otro modo: si en una oración escribimos sobre la «nueva variante Nu» («The new Nu variant», en inglés), en el mundo anglosajón se podría pensar que se trata sólo de una nueva variante y no del nombre de esa variante.
En el caso de 'Xi', el asunto es diferente, ya que se trata «de un apellido extremadamente común», comenta Harris. «Nuestras normas recogen no utilizar nombres que puedan dañar a grupos culturales, sociales, nacionales, regionales, profesionales o étnicos», agrega la portavoz de la OMS.
Además, bautizar a la nueva variante con el nombre del jefe de Estado de China, Xi Jinping, podría haber generado cierta controversia. Quien sabe si incluso hubiese estropeado aún más las relaciones con China, ya considerada por la opinión pública como responsable de la propagación del virus por todo el mundo desde sus laboratorios.