Un bebé recién nacido
Irlanda mata a 30.000 niños desde que se aprobó el aborto en 2018, España supera los 373.000
En España en solo cuatro años –hasta 2021– 373.524 mujeres acabaron la vida de sus hijos
El aborto en Irlanda lleva siendo legal desde el año 2018. Fue el 25 de mayo de ese año cuando el electorado irlandés votó casi dos a uno –66,40 % a 33,60 %– para eliminar de la Constitución la llamada cláusula de «igualdad de la vida», que había garantizado el mismo derecho a la vida de la madre y de su hijo nacido, asegura Infocatólica.
Esta controvertida norma permite que la madre acabe con la vida de su bebé por cualquier motivo hasta las 12 semanas de embarazo, es decir, hasta los dos meses y medio de embarazo, cuando órganos los siguen madurando y muchas estructuras del cuerpo empiezan a tomar su forma definitiva.
En España el Ministerio de Igualdad de Irene Montero fue un poco más allá. Permitió el infanticidio hasta las 14 semanas de gestación –tres meses y medio– cuando la cara del bebé comienza a humanizarse y la madre comienza a sentir un pequeño hormigueo en el abdomen.
Antes de que se celebrase el referéndum, las mujeres irlandesas viajan a Inglaterra y Gales para abortar. De hecho, según los datos de Infocatólica las estadísticas de 2018 muestran que 2.879 mujeres viajaron a Gran Bretaña con ese fin. Sin embargo, en 2019 –el primer año en que el nuevo régimen abortista estuvo operativo en Irlanda– el número de mujeres que decidieron acabar con la vida de los aún no nacidos aumentó a 6.666.
Cinco años después de que los votantes irlandeses rechazaran la enmienda constitucional se han producido en Irlanda, tal y como apunta Aciprensa, casi 30.000 abortos únicamente quirúrgicos. Es decir, sin contar los casos de píldoras abortivas.
Analizando estos datos y siguiendo las palabras del ministro de Sanidad, Stephen Donnelly, en el año 2022 se realizaron en el país 8.876 abortos, lo que supone un aumento del 33 % desde 2021, cuando se realizaron 6.700 aproximadamente.
Multiplican por 10 las cifras en España
Estas cifran son alarmantes, pero lo son más las de España, ya que en solo cuatro años –hasta 2021– 373.524 mujeres acabaron la vida de sus hijos.
En 2021 –el último año del que hay cifras– se notificaron 90.189 abortos, lo que equivale a 10,7 abortos por cada 1.000 mujeres con edades comprendidas entre los 15 y 44 años. Este año fue el segundo más bajo de la historia por detrás del 2020, cuando se produjeron 88.269. Por el contrario, 2011 vivió un aumento descomunal, ya que 118.611 bebés perdieron su vida.
La mayor parte de estos abortos, según el informe de Sanidad, mostró que en el 91 % de los casos, el infanticidio se produjo a petición de la mujer afectada. La segunda razón fue la existencia de un grave riesgo para la vida o salud de la mujer embarazada (5,58 %), y la tercera, la posible presencia de graves anomalías en el feto (3,12 %).
