Un cachorro de golden retriever se entrena como futuro socorrista canino en la playa de la Barrosa de Chiclana
A partir del próximo verano se convertirá en un integrante más del dispositivo de salvamento
Un cachorro de golden retriever de tres meses de edad y de nombre Chui se está entrenando este verano en la playa de la Barrosa, en el municipio gaditano de Chiclana de la Frontera, para convertirse en el primer socorrista canino que actúe en esta playa, una experiencia piloto puesta en marcha por Cruz Roja.
Con el desarrollo de esta iniciativa se pretende que el verano que viene este can «ayude» a los socorristas en su labor por proteger y salvar a los bañistas y se convierta, sobre todo, en un asistente a aquellas personas con movilidad reducida o capacidades especiales que acudan a esta playa chiclanera.
Juan Luis de Castellví, voluntario de Cruz Roja y dueño de Chui, ha explicado que el animal «nunca se lanzará sólo al mar para un rescate» sino que será «un apoyo al socorrista», de forma que si se produce algún ahogamiento, éste ayude al personal de salvamento a «remolcar» hasta la orilla al bañista afectado.
«La parte donde realmente él va a estar más tiempo, donde va a ser más útil su presencia será para los usuarios de la playa, como perro de asistencia a las personas con movilidad reducida, o personas que por cualquier motivo necesiten asistencia de la Cruz Roja», ha indicado este voluntario. En esta vía de trabajo, Chui podrá acompañar a estas personas, bañarse con ellos e incluso permitir que se agarren a su chaleco para que les proporcione «más seguridad».
Durante este verano se está entrenando al joven animal para que se familiarice con los elementos y recursos de los que dispone la playa de la Barrosa y no se asuste con ellos, para que así, a partir del verano próximo, se convierta en un integrante más del dispositivo de salvamento disponible en esta playa chiclanera.
«Va a ser una gran incorporación al servicio», ha asegurado su dueño, quien espera que Chui forme parte de este equipo «muchos veranos» o, al menos, «hasta que Chui deje de disfrutar» con su labor.
Para poder iniciar este entrenamiento y que el perro pueda estar en la arena en estas fechas se ha contado con la autorización especial del Ayuntamiento de Chiclana, ya que el paso de animales en las playas no están permitidas durante el verano.
Chui es por ahora un cachorro en entrenamiento pero está siendo ya «una atracción turística indiscutible» en esta playa, donde los bañistas se acercan a acariciarle y hacerse fotos. «Es un perro muy sociable y muy cariñoso», ha asegurado su responsable, quien ha añadido además que esta raza está entrenada para el agua por lo que su adaptación a las temperaturas del mar es más sencilla al tener un pelaje que «puede aguantar más tiempo en el agua».
Esta es la primera vez que Cruz Roja desarrolla una iniciativa de este tipo en las costas españolas, aunque sí se trabaja con perros en otros puntos como Canarias o Murcia, según ha señalado Castellví.