Detectan toxinas asociadas a la producción de células cancerígenas en unas almendras con destino a España

Nueva alerta sanitaria aunque, en esta ocasión, el producto no llegó a España. El Sistema de Alerta Rápida para Alimentos y Piensos de la Unión Europea (Rasff) alertó de la presencia de hongos muy perjudiciales para consumo humano tras unos análisis a almendras procedentes de Estados unidos y con destino a España, aunque nunca llegaron.

Se trata de unas toxinas conocidas como aflatoxinas, un grupo de toxinas producidas por ciertos tipos de mohos, principalmente Aspergillus flavus y Aspergillus parasiticus, que se encuentran en el suelo, el aire y los granos de cereales en descomposición. Estas toxinas son carcinógenas y pueden ser extremadamente perjudiciales para la salud tanto de humanos como de animales

Las aflatoxinas suelen contaminar cultivos como el maíz, los cacahuetes, el algodón, las nueces y una variedad de otros granos y semillas. La contaminación puede ocurrir tanto en el campo como durante el almacenamiento, especialmente si las condiciones de almacenamiento son húmedas y calientes, lo que favorece el crecimiento de moho.

En el comunicado emitido por el Rasff se especifica que se trata de un riesgo 'serio', ya que se supera el nivel máximo permitido de 10 µg/kg – ppb de esta sustancia. No obstante, el sistema Rasff no ofrece ningún dato relacionado con la zona del país, la marca bajo la que se comercializa o la plantación de donde proceden estas almendras contaminadas.

Falta de información

FACUA-Consumidores en Acción ha criticado la escasa información publicada por la Comisión Europea sobre estas almendras procedentes de Estados Unidos, ya que no se detalla quién es la empresa productora y cuál es la zona del país en la que se han cultivado.

El sistema europeo emitió el comunicado el pasado 4 de abril, y no se conoce todavía ninguna información que permita identificar a las almendras afectadas,

Los efectos de las aflatoxinas

El consumo de alimentos contaminados con aflatoxinas puede llevar a problemas de salud graves, incluyendo cáncer de hígado, supresión inmunológica y retraso en el desarrollo infantil. Por esta razón, es crucial controlar y limitar la exposición a aflatoxinas en la cadena alimentaria a través de prácticas de almacenamiento adecuadas, pruebas regulares de los productos agrícolas y cumplimiento de los límites reglamentarios establecidos por las autoridades de seguridad alimentaria.