La enfermedad que padece uno de cada cinco españoles y que los médicos quieren reconocer como crónica
Los expertos ponen en valor la necesidad de poner en marcha un plan nacional, que facilite la prevención, contribuya a generar conocimiento y asegure una atención clínica de calidad
Con el desarrollo de la ciencia, la medicina y la tecnología, cada vez más investigadores y doctores descubren nuevos datos sobre las enfermedades. Una de ella es la obesidad, una condición médica que está relacionada con más de 200 afecciones y que afecta directamente a la calidad de vida de la persona que la padece. Por este motivo, y con la intención de ayudar a los pacientes, los especialistas han pedido que se reconozca como crónica.
Esta patología, que es provocada por una alteración en los mecanismos que regulan el balance energético y que da lugar a un exceso de tejido adiposo, es grave si no se cuida. De hecho, según la Real Academia Nacional de Farmacia, 25.000 individuos cada año (un 15 %) con obesidad mueren al año por una enfermedad derivada de esta afección.
Además de carecer de un reconocimiento como enfermedad crónica en España, tiene un importante efecto económico en los sistemas de salud. Así lo afirma la doctora Irene Bretón, coordinadora del Área de Obesidad de la Sociedad Española de Endocrinología y Nutrición (SEEN), quien considera que en el momento actual la obesidad, como diagnóstico, pasa inadvertido y no consta «de manera adecuada» en los registros de la historia clínica. Por lo que afirma que solo con un diagnóstico de este tipo se podrían llevar a cabo «medidas de control».
Por ello, es vital adaptar el abordaje de la obesidad como enfermedad crónica de alta prevalencia. Asimismo, es esencial establecer protocolos y rutas asistenciales con la ayuda de distintos profesionales sanitarios.
Aunque aún queda mucho recorrido, hoy en día existen herramientas de salud digital que ofrecen una buena oportunidad para poner en marcha iniciativas para coordinar la atención clínica y facilitar la participación de las personas en su propio tratamiento. En esta línea incide la doctora Bretón, quien apunta que las personas que padecen obesidad necesitan que se reconozca que tienen «una enfermedad crónica», cuyo tratamiento «no depende exclusivamente de su voluntad».
¿Qué factores causan la obesidad?
Aunque es poco conocido, esta afección afecta negativamente a la calidad de vida de las personas que la padecen, puesto que da lugar a múltiples complicaciones como el dolor articular, dificultad en la movilidad, fatiga o un pobre descanso nocturno, además del propio riesgo que supone para la salud y el estigma que sufren los pacientes a distintos niveles.
Los factores que favorecen esta enfermedad son muy variados y deben ser supervisados de manera eficaz, como el control de los factores ambientales —dieta inadecuada, ingesta excesiva de alimentos de escaso valor nutricional, el sedentarismo, la disminución de la actividad física— y otros factores como la falta de sueño o el estrés.
A todo esto se le suma la importancia de identificar de una forma precoz a las personas con una alta tendencia a sufrirla, ya que entre el 40-70 % del riesgo se debe a causas genéticas.
Avances y desafíos en su abordaje
El aumento de prevalencia de la obesidad supone un desafío para todos aquellos profesionales que la abordan. A pesar de su complejidad, en los últimos años han surgido medicamentos y tratamientos que han ayudado tanto a los pacientes como a sus expertos. A estos se le suman los estudios —con resultados muy esperanzadores— que han mostrado cambios favorables en la composición corporal, una remisión o mejoría en el control de las enfermedades relacionadas con la obesidad.
Sin embargo, el tratamiento farmacológico de la obesidad no cuenta, por el momento, con financiación del Sistema Nacional de Salud. Por ello, la doctora expone que debido a sus efectos beneficiosos, será necesario plantear «su inclusión progresiva en la cartera de servicios», lo que permitirá una mayor accesibilidad.
Y es que, a pesar de sus beneficios, una dificultad para la mayor parte de los pacientes es su elevado precio y la alta prevalencia de la obesidad. Por este motivo, relata la especialista, será necesario articular «mecanismos de financiación» que permitan que el tratamiento se pueda aplicar «a las personas que más lo necesiten».