Alarma por el aumento de las agresiones a sanitarios en España: se producen 41 al día

Lo que antes era considerada una profesión de prestigio, ahora es una de riesgo. En el año 2023, los sanitarios denunciaron un total de 14.706 1 agresiones en el conjunto del Sistema Nacional de Salud (SNS); es decir, 24,05 notificaciones de agresiones por cada 1.000 profesionales. Esto supone cuatro puntos más con respecto a los datos notificados del año 2022, que fueron aproximadamente 13.000.

Estos datos, presentados en el informe de Agresiones a Profesionales del Sistema Nacional de Salud, muestran una realidad nada visualizada en la sociedad, donde cada vez más profesionales temen por su futuro en las consultas. Ejemplo de ello es el de esta semana en Valladolid, donde un paciente agredió a dos enfermeras por negarse a recetarle un champú por Urgencias.

Las agresiones a este grupo de profesionales, incluidos los farmacéuticos, se han convertido en una preocupante realidad que ha ido en aumento en los últimos años. Este tipo de violencia, que abarca desde las agresiones verbales y físicas hasta daños contra el patrimonio, afecta a quienes trabajan día a día para cuidar de la salud de la población.

Según el documento de Sanidad, en el 78 % de las notificaciones la persona agredida es una mujer. Tendencia similar a la de los años anteriores. Aunque el dato es elevado, hay que tener en cuenta que el 76 % de las profesionales en el Sistema Nacional de Salid son mujeres.

En cuanto a la edad, la mayoría de las notificaciones se sitúan a las personas agredidas en el rango de edad de los 35 a los 55 años. Una vez más, la proporción es similar con respecto a datos de años anteriores.

Si se analiza el nivel asistencial, el mayor número de agresiones fueron para los profesionales de Atención Primaria y Extrahospitalaria, donde se notificaron 8.285 (569 más que el año previo). En cambio, la Atención Hospitalaria registraron 6.372 (982 más que el año anterior).

Según la distribución de agresiones por categoría profesional, en el año 2023, los médicos (34 %) y los enfermeros (30 %) fueron los que reportan un mayor porcentaje violencia por parte de los pacientes en comparación con el resto de las categorías profesionales existentes en las instituciones sanitarias. A estos dos grupos de trabajadores le siguen los administrativos (13 %), Técnico en Cuidados Auxiliares de Enfermería (12 %), celadores (5 %) y otros (6 %).

Lugares de agresión y causas

Según el informe ofrecido por el departamento de Mónica García, las agresiones notificadas tuvieron lugar, en su mayoría, en las consultas, seguidas de la hospitalización y los puntos de admisión e información, que en los años anteriores ocupaban el segundo lugar en porcentaje de agresiones. En un 3 % de las ocasiones tuvieron lugar en el domicilio del paciente o en la vida pública.

En cuanto las causas, las más frecuentes corresponden con las relacionadas con la atención percibida por el paciente, seguida de las causas relacionadas con las peticiones del mismo y, en tercer y cuarto lugar, por causas ajenas a la organización o a la asistencia prestada o las relacionadas con el propio acto sanitario o administrativo realizado.

Los farmacéuticos, también afectados

Además de los enfermeros o médicos, también sufren este tipo de violencia los farmacéuticos. Jesús Aguilar, presidente del Consejo General de Colegios Farmacéuticos, ha señalado que la profesión farmacéutica no está acostumbrada a denunciar las agresiones, sean «de carácter físico, verbal o contra su patrimonio». Por ello, ha garantizado que quieren cambiar esta tendencia para no dejarlas pasar, ya que, una agresión que no se denuncia es «un acto que no existe» y facilita que vuelva a producirse.

Además, ha añadido que la única forma de conocer la magnitud y dimensión del problema es tener «datos reales». Para ello, los Colegios de Farmacéuticos y el Consejo General han creado el Observatorio de Agresiones a Farmacéuticos, una propuesta que permitirá tener mayor certeza sobre esta realidad y hacer un análisis de la información de las agresiones que sufren los farmacéuticos, presentando informes periódicos ante las diferentes administraciones nacionales y autonómicas y Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado.