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La diferencia entre consumo preferente y fecha de caducidad

La diferencia entre consumo preferente y fecha de caducidadCreative Commons

Estos son los diez alimentos que se pueden comer aunque estén caducados, según la OCU

Independientemente de la fecha, existen ciertos productos que pueden consumirse sin problemas días, semanas o incluso meses después de la fecha indicada, siempre que se hayan almacenado adecuadamente

A menudo, cuando revisamos la despensa o la nevera, nos encontramos con productos cuya fecha de caducidad o consumo preferente ha pasado. ¿Significa esto que debemos tirarlos inmediatamente? La respuesta no siempre es un sí rotundo.

Antes de decidir si un alimento es apto para el consumo, es importante distinguir entre dos tipos de fechas que aparecen en los envases:

  • Fecha de caducidad: indica el momento hasta el cual el alimento es seguro para su consumo. Pasado ese día, existe un riesgo real de intoxicación, ya que pueden desarrollarse microorganismos peligrosos. Esto ocurre sobre todo en productos frescos como carnes, pescados o lácteos.

  • Fecha de consumo preferente: hace referencia al período en el que el producto mantiene su calidad óptima en cuanto a sabor, textura o aroma. Una vez superada esta fecha, el alimento puede haber perdido algo de calidad, pero no necesariamente supone un riesgo para la salud.

Independientemente de la fecha, existen ciertos productos que pueden consumirse sin problemas días, semanas o incluso meses después de la fecha indicada, siempre que se hayan almacenado adecuadamente. Tal como detalla la Organización de Consumidores y Usuarios, otra de las claves para poder ingerir estos alimentos es que no presenten signos de deterioro. De hecho, la OCU señala los siguientes 10 alimentos como 'no peligrosos' a pesar de que haya pasado la fecha: yogures, pan de molde, bollos y galletas, patatas fritas y frutos secos, pastas, arroces y legumbres, embutidos y quesos curados, sopas y salsas de sobre, envases de tomate frito, refrescos y bebidas alcohólicas.

Por otro lado, algunos productos deben ser desechados una vez superada su fecha de caducidad, ya que pueden desarrollar bacterias peligrosas:

  • Carnes y pescados frescos: son especialmente susceptibles a la proliferación de microorganismos dañinos como la salmonela o la listeria.

  • Comidas preparadas y envasadas: aunque parezcan en buen estado, pueden contener bacterias invisibles al ojo humano.

  • Quesos frescos y embutidos loncheados: suelen tener una alta humedad, lo que facilita el crecimiento de patógenos.

  • Huevos: consumirlos después de la fecha indicada puede suponer un riesgo de intoxicación por salmonela.

En conclusión, siempre que la fecha sea de consumo preferente y no de caducidad podremos evaluar el estado del alimento observando su apariencia, olor y sabor antes de decidir si es seguro comerlo. En caso de duda, es mejor no arriesgarse.

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