Medio ambiente
Así es la mancha negra: la plaga que no cesa y que hace temer a los agricultores
Instan a la Unión Europea a terminar con las importaciones de cítricos sudafricanos, ya que este país va camino de alcanzar «cifras récord de interceptaciones» en puertos europeos
Sequía, heladas, subida de precios… Este no está siendo el mejor año para los agricultores españoles, que en muchos ámbitos afrontan pérdidas económicas sustanciales, como los viticultores o los olivareros. Pero no son los únicos: en el mundo cítrico existen, asimismo, otras preocupaciones que amenazan al sector.
Se trata de la Phyllosticta citricarpa, conocida como mancha negra y también llamada por su nombre en inglés, Citric Black Spot (CBS). Es una enfermedad fúngica que afecta a los cítricos en climas subtropicales y que está presente en España debido a las importaciones que se producen de países terceros, como Sudáfrica y Egipto. Por ello, los agricultores temen ahora que se expanda por Europa, cambiando el suministro de naranjas tal y como lo conocemos.
Y es que los rechazos de naranjas procedentes de Sudáfrica se han sucedido a lo largo del año. El portal Europhyt-Traces informó la pasada semana de que a los 33 rechazos causados por mancha negra hasta agosto habría que añadirle los cinco confirmados, también por CBS, en septiembre; o el producido en mandarinas también sudafricanas por causa de la T.leucotreta.
Esta cantidad, 38 hasta septiembre, es ya la segunda más alta de la historia en el caso sudafricano y, muy probablemente, será la primera al término de campaña, según comentan desde Intercitrus.
La presidenta de esta organización, Inmaculada Sanfeliu, tiene además la certeza de que tampoco este año «están cumpliendo con el tratamiento de frío contra la 'Falsa polilla' que se aprobó en 2022». Por todo ello, han reclamado formalmente el cese inmediato de las importaciones de cítricos sudafricanos.
Aunque ahora el foco se pone en Sudáfrica, en 2020 fue Argentina el país más afectado por este hongo, que hizo que se tuvieran que suspender las exportaciones de cítricos a Europa durante meses. Algo que, en aquel momento, se vio como una oportunidad de negocio para el sector citrícola español.
Síntomas
El patógeno en cuestión ataca a las hojas y las ramas verdes, pero principalmente a los frutos. Estos presentan manchas deprimidas castaño-negruzcas con o sin puntuaciones negras en su centro, según explican desde la Facultad de Agronomía de la Universidad de Buenos Aires.
En caso de llegar a España, su control puede ser complejo debido a las restricciones que establece la Unión Europea sobre el uso de plaguicidas. Por ello, en caso de que termine dándose en nuestro país, se recomienda eliminar la hojarasca que cae al suelo o acelerar su descomposición. Igualmente, es aconsejable a modo de prevención generar un mantillo orgánico trasladando el pasto desmalezado al vuelo de copa, es decir, enterrar con pasto las hojas.
El caso de las sandías de Marruecos
El problema con las naranjas de Sudáfrica recuerda un poco a lo ocurrido con las sandías procedentes de Marruecos el pasado mes de julio. Entonces el sistema europeo de alerta rápida para alimentos y piensos de Europa (RASFF) emitió una alerta sanitaria en la que se informó de que un lote de sandías procedentes del país vecino habían sido interceptadas por contener un alto nivel de metomilo.
Se trata de un pesticida no autorizado que fue hallado en una proporción superior a la permitida en el mercado europeo. En concreto, las frutas contenían restos de insecticida en una proporción de 0,38+/-0,19 mg/kg-ppm, cuando su Límite Máximo de Residuos (LMR) está establecido en 0,015 mg/kg-ppm, tal y como ha informado Facua.
Al igual que en el caso de los cítricos, en aquella ocasión los agricultores explotaron y exigieron –una vez más– que se establecieran las mismas medidas fitosanitarias para los productos de dentro de la Unión Europea como para los que vienen de países terceros.
«Llevamos muchos años exigiendo esas cosas y Europa lo que nos dice es que no pueden ser tan estrictos porque hay que ayudar a esos países, y es algo que nosotros no entendemos», comentaba a El Debate Pepe Barea, agricultor de Benaguacil (Valencia). «Queremos tener peso en Bruselas para que a los españoles nos escuchen, y no que los cuatro o cinco lobbies de países del centro de Europa sean los que dominen la situación agraria», denunciaba.