El Gobierno dice que la protección del lobo debe basarse en datos: si indicaran otra tendencia, tomarán medidas
Según el Miteco, este cambio ofrece mayor flexibilidad a los países para gestionar sus poblaciones de lobo dentro de sus marcos normativos
El Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (Miteco) ha destacado que las decisiones sobre la gestión del lobo deben fundamentarse en conocimiento científico. Según fuentes del Ministerio, «si los datos científicos contrastados indicaran una tendencia diferente, España tomaría las medidas necesarias en función de esa evidencia».
Este pronunciamiento sigue a la decisión de la Unión Europea (UE), adoptada este martes, de rebajar el estatus de protección internacional del lobo. El Comité Permanente del Convenio de Berna ha aprobado la propuesta para modificar la categoría del lobo, que pasa de «protección estricta» a «protección simple». Este convenio, establecido en 1979, incluye a 50 miembros, entre ellos los 27 países de la UE.
La nueva normativa, que entrará en vigor el 7 de marzo de 2025, permitirá a la Comisión Europea plantear una revisión de las reglas de la directiva de hábitats, normativa que regula la gestión de las poblaciones de lobo. Cualquier cambio deberá ser aprobado por el Parlamento Europeo y los Estados miembro.
Según el Miteco, este cambio ofrece mayor flexibilidad a los países para gestionar sus poblaciones de lobo dentro de sus marcos normativos. No obstante, dado que el lobo seguirá siendo una especie protegida, las medidas adoptadas deberán garantizar el mantenimiento de las poblaciones en un estado de conservación favorable.
Las fuentes subrayan la importancia de realizar un seguimiento científico riguroso sobre el estado de las poblaciones de lobo. Este seguimiento requiere estandarizar y homogeneizar las técnicas de censo, facilitando la comparación entre territorios europeos y asegurando una gestión basada en datos confiables.
Paralelamente, consideran esencial promover la coexistencia entre lobos y la ganadería. Esto incluye medidas preventivas para minimizar los daños al ganado, como el uso de perros de guarda, cerramientos eléctricos y convencionales, además de nuevas tecnologías. Destacan que los ganaderos necesitan apoyo, tanto económico como en formación, para implementar estas medidas eficientemente.
Además, se mantendrán y ampliarán las indemnizaciones por daños causados por lobos como una medida paliativa para los ganaderos afectados.
Por último, el Miteco reafirma su compromiso de colaborar con la Comisión Europea y los Estados miembro para diseñar y aplicar estrategias de conservación. Se buscará aprovechar al máximo las oportunidades de financiación disponibles a través de instrumentos como la Política Agraria Común (PAC) y otros recursos económicos de la UE, promoviendo soluciones sostenibles que permitan la coexistencia entre los lobos y las actividades humanas.
En este contexto, las autoridades insisten en que la conservación del lobo debe ser compatible con el desarrollo rural y la sostenibilidad de la ganadería, garantizando un equilibrio entre la protección de la biodiversidad y las necesidades de las comunidades locales.