
Glaciar Vatnajökull desde el terreno
Así es el Vatnajökull, el glaciar más grande de Europa
La Organización de las Naciones Unidas (ONU) advirtió este viernes, Día Mundial de los Glaciares, que en 2024, por tercer año consecutivo, todas las regiones glaciares del mundo registraron una pérdida neta de masa. Y los europeos no salen airosos de esta situación. Entre ellos destaca el Vatnajökull, en Islandia, considerado el mayor del Viejo Continente teniendo en cuenta el volumen y el segundo en área, solo superado por Austfonna en Nordaustlandet, en el archipiélago de las Svalbard (Noruega).
Esta enorme masa de hielo ocupa el 8 % del país, aunque su derretimiento se ha acelerado en los últimos años. Los expertos advierten que si se mantiene el Acuerdo de París, quedará entre un 30 y un 60 % del glaciar en 2300. Sin embargo, si la temperatura aumenta 4 grados, será del 0-30 %. En los últimos 100 años, ha perdido cerca de 15 % de su masa, y cada año se reduce unos 50 metros en algunas zonas.

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Lo cierto es que el Vatnajökull se ha convertido en todo un atractivo turístico. Durante todo el año se realizan expediciones por la masa de hielo para caminar sobre él y observar sus múltiples arcos helados y la enorme pared de hielo que se levanta sobre el terreno. Pero es sobre todo en verano, momento en el que el tiempo mejora en el país, cuando el glaciar se llena de visitantes.
Cabe destacar las dimensiones de este glaciar: cubre un área de 7.700 kilómetros cuadrados y tiene 3.000 kilómetros cuadrados de volumen. De esta manera, este bloque iguala el tamaño de las provincia de Barcelona o Madrid, y su espesor promedio del hielo es de unos 400 metros, llegando a un máximo de 1.000 metros.
Glaciar Vatnajökull visto desde satélite
Las personas que han estado en el país nórdico y han podido acudir al glaciar se sorprenden por la facilidad para acceder a él, y es que este finaliza a poca distancia del mar, sin necesidad de subir tortuosos puertos de montaña. Desde el acceso habitual para las expediciones, no obstante, uno no se llega a imaginar la extensión real del Vatnajökull, ya que una inmensa pared de hielo corta la visión.
La elevación media de este glaciar se sitúa por encima de los 1.050 metros, una cota a partir de la cual la nieve no se derrite en Islandia, ni siquiera en verano. Prácticamente todas las precipitaciones que recibe son en forma sólida lo que, junto a que su zona receptora de nieve sea más extensa que la de ablación, ha contribuido a la creación de este gran glaciar.
Volcanes bajo el glaciar
Pero, sin duda, la mayor peculiaridad del mayor glaciar de Europa es el hecho de que en su seno alberga siete volcanes activos. En un país con gran actividad volcánica y geológica –se suele producir una erupción cada cuatro años–, la zona más activa es precisamente en la que se encuentra el Vatnajökull. Algunos de sus volcanes más importantes son Grímsvötn, Bárðarbunga, Öræfajökull, Esjufjöll y Kverkfjöll.
El calor de esta caldera volcánica, que se extiende a lo largo de 35 km², alimenta un extenso sistema de lagos situados a unos 1.700 metros de altitud, cubiertos por una gruesa capa de hielo. Los vulcanólogos siguen de cerca las variaciones del Grímsvötn, ya que su erupción en 1996, acompañada de movimientos sísmicos, provocó el desbordamiento de los lagos, el derretimiento masivo del hielo y la liberación de enormes bolsas de agua, desencadenando un jökulhlaup, una inundación repentina de gran magnitud como consecuencia del derretimiento masivo de hielo.
El atractivo de la laguna
Una de las lenguas glaciares de la zona desemboca en la lago glaciar Jökulsárlón, un lugar que cuenta con la constante aparición de icebergs que se desprenden del glaciar y avanzan lentamente hacia el mar a través de un estrecho canal. Es común ver grandes acumulaciones de estos bloques de hielo flotando en el extremo de la laguna, a la espera de ser arrastrados al océano, donde el agua más cálida acaba por derretirlos. Con el tiempo, la playa donde terminan estos icebergs ha sido bautizada como Diamond Beach.

Diamond Beach con trozos de hielo que ha arrastrado la marea
En 1930, la laguna Jökulsárlón ni siquiera existía. Hoy, su superficie abarca aproximadamente 20 km² y en algunos puntos alcanza profundidades superiores a 230 metros. Apareció por primera vez en 1934-1935 y en 1975 pasó de 7,9 km² a los actuales 18 km², debido a la acelerada fusión de los glaciares islandeses. Su profundidad máxima ronda los 200 metros, lo que lo convierte en el segundo más profundo de la isla.