Consejos
El truco para elegir el tamaño perfecto del televisor
Lo más importante es encontrar un equilibrio entre el tamaño de la pantalla, la distancia de visualización y las preferencias del comprador
Elegir una televisión nueva puede parecer fácil. Ir a unos grandes almacenes, valorar las características, el precio, el espacio en el salón o en una habitación... los más técnicos pueden preguntar por el número de puertos HDMI, si tienen UHD, si es SmartTV... pero elegir bien las pulgadas es clave para que la experiencia sea la adecuada en cada espacio de la casa.
Distancia
La distancia entre el televisor y el lugar donde sentarse para verlo es un factor importante. Como regla general, se recomienda que la distancia sea aproximadamente de 1,5 a 2,5 veces la diagonal de la pantalla.
Por ejemplo, si la distancia al televisor es de dos metros, una pantalla de 40 a 50 pulgadas podría ser adecuada.
Espacio
Hay que tener en cuenta el espacio físico en el que se planea colocar el televisor. Debe encajar cómodamente en el lugar designado, sin ser ni demasiado grande ni demasiado pequeño para la habitación.
Los muebles montados a medida limitan mucho estos espacios por eso es necesario llevar apuntadas las medidas tanto de diagonal como de fondo por si hay que poner decodificadores o videoconsolas.
Resolución
Si se valora comprar un televisor con resolución 4K o superior, se puede optar por una pantalla más grande, ya que la mayor resolución permite disfrutar de detalles más nítidos incluso en este tipo de tamaños.
Poco a poco empiezan a aparecer contenidos en esta resolución. Movistar ofrece un partido de liga a la semana en su canal de UHD, además de la Fórmula 1. La mayoría de plataformas como Netflix (en su suscripción más cara) o Prime, también ofrecen series y películas con una calidad y una definición adecuadas para sacar partido a estos dispositivos.
Ángulo de visión
Si se valora ver el televisor desde un ángulo amplio, es bueno asegurarse de que tenga un buen ángulo de visión para evitar distorsiones en la imagen.
Esto también afecta a la calidad del producto. Un televisor barato apenas se podrá ver bien en otra posición que no sea frontal, mientras que los de mayores prestaciones permiten ver la tele casi desde 180º.