Agricultura
El mejor aceite de oliva virgen extra del mundo se hace en esta finca de Ciudad Real
La mitad de la producción va dirigida al mercado español y la otra mitad ha encontrado hueco en Corea del Sur
El aceite de oliva virgen extra Dehesa el Molinillo Coratina ha sido nombrado como el mejor del mundo de la campaña 2024/2025 por la guía Evooleum 2025.
La distinción encumbra a la producción por delante de más de un millar de muestras de 26 países.
Según publica EFE en una crónica que firma Belén Delgado, la finca situada junto a los montes de Toledo goza de un importante trasfondo histórico.
La finca perteneció a los duques de Veragua y a mediados del siglo XX pasó a manos del empresario textil José Biosca, quien fuera fundador de la Asociación Española contra el Cáncer.
En declaraciones a EFE, el director de Dehesa el Molinillo, Pedro Belmar, apunta que Biosca trasladó al campo la idea industrial de construir casas para los empleados y en ellas siguen viviendo algunas familias.
Los propietarios actuales mantienen la finca tal como estaba en sus orígenes, sin grandes transformaciones y cuidando «mucho» el ecosistema y su rica biodiversidad, según el director. «Esto es un parque natural más que una finca agrícola», compuesto de un olivar centenario, viñedo, cereales y ganadería de ovejas, cabras y vacas que conviven integradas con las especies cinegéticas, explica Belmar.
La dirección de la explotación decidió apostar hace menos de una década por la coratina debido a sus altos niveles de polifenoles y su contenido aromático.
Tal y como apunta el medio citado, Belmar asegura que en 2019 construyeron la almazara con la intención de elaborar unos aceites de oliva de máxima calidad y entraron en un mercado de una «competencia brutal» porque «cada día hay mejores aceites» no solo en España, sino también en todo el mundo.
El aceite de oliva virgen extra galardonado por Evooleum empezó a comercializarse hace poco y este año, al obtener cierta producción (de menos de 4.000 litros), lo presentaron a diferentes concursos.
El premio otorgado «nos ha cambiado la vida», reconoce Belmar, ya que destaca un «interés tremendo por conocer este aceite» y la demanda de pedidos se ha disparado.
La mitad de la producción va dirigida al mercado español y la otra mitad ha encontrado hueco en Corea del Sur, donde cuentan con un distribuidor.