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08 de septiembre de 2024

Euclid se ha fijado en el cúmulo de galaxias Abell 2390, que muestra alrededor de 50.000 galaxias cuyas distancias pueden medirse gracias a estas observaciones. Estos cúmulos contienen enormes cantidades de masa, gran parte de ella en forma de materia oscura, una forma de materia que no se puede observar directamente pero que se supone que, junto a la energía oscura, constituye la mayor parte del contenido del universo.

El telescopio utiliza las lentes gravitacionales como técnica fundamental para explorar este universo oscuro. La materia oscura no emite luz pero ejerce atracción gravitatoria y es fundamental para entender la forma en que el universo se agrupa, desde las grandes estructuras de vacíos y supercúmulos de galaxias hasta la Vía Láctea.

Aunque resulta invisible, su presencia distorsiona la luz procedente de galaxias lejanas. Este efecto se denomina "lente gravitacional" y puede ser observado por Euclid, revelando la distribución de la materia oscura a lo largo del universo.

Cúmulo de galaxias Abell 2390ESA

Un estudio sugiere que hay galaxias más viejas que la edad aceptada del Universo

Según los investigadores, esto no implicaría necesariamente la inexistencia del Big Bang o del comienzo del Universo, sino que podría ser necesario repensar algunos de sus elementos

Un estudio científico liderado por Martín López Corredoira del Instituto de Astrofísica de Canarias (IAC) ha revelado que ciertas galaxias masivas y lejanas parecen ser más antiguas de lo que predice la cosmología estándar sobre la edad del Universo.

El estudio, publicado en The Astrophysical Journal, se basa en datos recientes del telescopio espacial James Webb sobre galaxias que existían cuando el Universo tenía solo entre un 4 % y 5 % de su edad actual, según el modelo cosmológico predominante. Los investigadores concluyen que la edad promedio de algunas de estas galaxias no concuerda con la edad aceptada del Universo, y señalan la necesidad de estudios independientes para corroborar estos resultados.

De acuerdo con el modelo cosmológico estándar, la edad del Universo es de unos 13.800 millones de años. Utilizando datos de alta resolución y sensibilidad del telescopio espacial James Webb, el equipo analizó la luz de galaxias con un desplazamiento al rojo de alrededor de 8, que existían cuando el Universo tenía aproximadamente 600 millones de años. Los investigadores estimaron, con una probabilidad superior al 95 %, que estas galaxias albergan poblaciones estelares de entre 900 y 2.400 millones de años de antigüedad. Según el IAC, esto implicaría que sus estrellas se formaron cientos de millones de años antes del Big Bang.

El rango de edades estimado para estas galaxias se obtuvo bajo la suposición de que las poblaciones estelares y la extinción de luz por polvo pueden modelarse de manera similar a las galaxias cercanas. Según el modelo estándar de formación estelar y ensamblaje galáctico, estas galaxias deberían ser más jóvenes de unos 300 millones de años en promedio, pero el estudio indica que esas edades quedan excluidas con una probabilidad mayor del 99,97 %.

Este descubrimiento se enmarca en el contexto del «problema de las galaxias increíblemente tempranas». Fulvio Melia, investigador de la Universidad de Arizona y coautor del artículo, señala que encontrar galaxias bien formadas en una etapa tan temprana del Universo ha sido desconcertante para muchos astrónomos y cosmólogos, ya que no existe una explicación válida sobre cómo pudieron formarse tan pronto. Melia añade que el estudio presenta una situación aún más intrigante para la cosmología convencional, mostrando que las estrellas en estas galaxias ya eran más viejas que el propio Universo, lo cual resulta ilógico.

Martín López Corredoira, investigador principal, sugiere que estos resultados podrían indicar la necesidad de considerar cosmologías no estándar. Sin embargo, enfatiza que las conclusiones del estudio se basan en diversas aproximaciones en astrofísica estelar y modelos de extinción por polvo, por lo que deben tomarse con cautela y es necesaria más investigación para confirmar la posible existencia de galaxias más antiguas que el Universo del modelo estándar.

López Corredoira aclara que, si el problema reside en el modelo cosmológico, esto no implicaría necesariamente la inexistencia del Big Bang o del comienzo del Universo, sino que podría ser necesario repensar algunos de sus elementos.

Los autores mencionan modelos cosmológicos alternativos, como el «Rh=ct» o «masa activa cero» propuesto por Fulvio Melia. Estos modelos suponen un Universo en expansión con un inicio similar al modelo estándar, pero con una expansión constante, sin la aceleración asociada a la energía oscura. Este enfoque daría una edad al Universo de unos 1.500 millones de años cuando se observan estas galaxias, en lugar de los 600 millones de años del modelo estándar, lo cual resolvería el problema, según López Corredoira.

Este trabajo se basa en datos obtenidos por el telescopio espacial James Webb, operado conjuntamente por la NASA, la Agencia Espacial Europea (ESA) y la Agencia Espacial Canadiense (CSA).

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