El Hormiguero
Penélope Cruz: «No sé cómo Meryl Streep no sale corriendo cuando me ve»
La actriz madrileña presenta su nuevo parto almodovariano, ‘Madres paralelas’, en ‘El Hormiguero’ y confiesa su devoción por la protagonista de ‘Memorias de África’
«Oye, la próxima vez me dejáis hacer el baile con vosotros», propuso a Pablo Motos la actriz de Alcobendas, que brilló en el musical Nine. Fue el amable inicio de una entrevista que continuó en ese tono, que es el habitual de El Hormiguero y el que lo ha convertido en el programa más visto en su franja horaria.
«Me alegra mucho verte porque la última vez que te vi me hiciste llorar», la recibió Pablo Motos. Se refería a Madres paralelas, el último largometraje de Pedro Almodóvar. «Me alegra mucho que hayas llorado con la película. Eso quiere decir que te ha emocionado, te ha llegado, y espero que pase eso con el público», replicó la intérprete que saltó a la fama con Jamón, jamón, de Bigas Luna, en el olímpico año 1992. Si el público responde con el mismo entusiasmo que Motos se sabrá el próximo viernes, cuando el filme llegue a las salas de cine españolas.
Dos mujeres que están bastante solas dan a luz el mismo día en el mismo hospital. Ese es el punto de partida de la película. «Hay un momento en el que ella tiene que tomar una decisión y arriesgarlo todo», contó, sin querer destripar el argumento, la actriz invitada.
Reveló también que Almodóvar rodó un total de doce horas que han quedado reducidas, por obra y gracia del montaje, a solo dos. La tijera se ha metido con profusión pero también con esmero. «Pedro ha hecho algo tan especial y tan hipnótico», elogió.
Lleva 25 años trabajando con Almodóvar y el resto del equipo de El Deseo. «Es como una familia para mí». Todo empezó con Carne trémula (1997), en la que, al igual que en Madres paralelas, daba a luz. Después llegaron Todo sobre mi madre (1999) –por la que entregó un Oscar al el director manchego al grito de «Peeeeeeedro» –, Volver (2006), Los abrazos rotos (2009), Los amantes pasajeros (2013) y Dolor y Gloria (2019). Este ha sido su papel más exigente a las órdenes del manchego. «Quizá sí, pero no lo digo como una queja, sino como un gran regalo que me ha hecho una vez más». «Yo lo volvería a repetir mañana si pudiera», remarcó. En todo caso, no quiere dramatizar: «Si vives del trabajo que te gusta hay que quejarse poco», aconseja.
¿Cómo preparó el papel? «En mi casa no ensayaba», reveló. Fuera, sí. Nada menos que cuatro meses: «Era muy importante en esta película vivir ese proceso juntos. Ensayar el guion entero varias veces». Así lo hicieron ella y el resto de los actores. Eso permitió no repetir tanta las tomas como es habitual con el muy puntilloso Almodóvar: «No hizo más de cinco o seis tomas, porque lo llevábamos todo ensayado».
No se llevó el personaje a su hogar. Lo dejó en el plató. Antes sí lo hacía. «Llevarte eso a casa no hace mejor tu trabajo ni hace mejor tu vida. Cuando era más jovencita sí que pensaba que daba un mejor resultado llevártelo a casa. Y que, cuanto más sufriera, mejor resultado iba a tener, pero no es realmente así». Sí hay algo que hacía de cría y continúa haciendo: «Yo voy por la calle estudiando a la gente. Lo hago siempre, desde que era una niña. La pasión que yo siento por la interpretación nunca se gasta». Y, al igual que cuando empezó, sigue teniendo miedo cuando escucha la palabra «acción» por primera vez. De hecho, en todos los rodajes supera el síndrome de la impostora. «El primer día siempre pienso que me van a echar».
En Madres paralelas ha trabajado con Milena Smit, nominada al Goya a Mejor Actriz Revelación por No matarás. Motos le preguntó si le recordaba a ella al inicio de su carrera: «En muchas cosas, sí. Le va a ir muy bien. Pedro ha tenido un ojo increíble una vez más. Cuando me enseñó la prueba de Milena me impresionó mucho».
Para Milena, Penélope es una referencia. ¿Cuál es la de la única actriz española que ha ganado un Oscar? «Tengo una obsesión muy grande con Meryl Streep. He estado todos sus trabajos. Los he visto diez, quince veces. La he encontrado alguna vez y no sé cómo no sale corriendo cuando me ve. Porque, cuando la engancho, le doy besos de abuela y abrazos. Y ella es tan agradable… ».