Antena 3
Orestes remonta y se proclama campeón de 'Pasapalabra' en la muerte súbita
El burgalés mantuvo la fe a pesar de ir por detrás en el marcador y superó a Luis de Lama en el desempate
Antena 3 cambió las reglas del juego y la apuesta le salió bien. La final de la Noche de campeones de Pasapalabra se decidió de la forma más emocionante posible, en lo que Roberto Leal denominó muerte súbita y nosotros preferimos denominar «penaltis». El caso es que que ganó Orestes Barbero a su amigo Luis de Lama y, tras hacerlo, sorprendió a todos anunciando que quiere repartir su premio de 25.000 euros.
El burgalés tuvo un inicio arrollador. En sus cinco primeros turnos acabó la primera vuelta, totalizando en ella 21 aciertos, a cuatro de resolver el rosco, que en esta ocasión contaba con un bote especial de 100.000 euros. «He estado más cerca muchas otras veces», dijo Orestes cuando, en ese momento, Roberto Leal le preguntó si tenía posibilidades de lograr el gran premio. A estas alturas, tras cinco turnos, el madrileño Luis de Lama sumaba 17 aciertos.
A falta de 54 segundos, el burgalés pidió al presentador que le leyese «muy rápido» la letra jota. Así lo hizo: «Empieza por jota. Piedra estimada en joyería, muy dura, de color blanquecino o verdoso con manchas rojas o moradas». Orestes contestó «jaspe», pero cuando sonó un sonoro «no» de Roberto Leal dijo «es jade». En efecto, era jade. «No es la primera vez que me pasa esta confusión entre las dos piedras», recordó. Acababa de cometer un grave error.
De Lama, su ritmo
Después, De Lama siguió a su ritmo: cerró la primera vuelta con 18 aciertos y añadió después tres respuestas correctas más hasta empatar a 21 con el burgalés, con la importante diferencia de que su rival tenía un fallo en su casillero y él no. En todo caso, el madrileño intuyó que ese resultado sería insuficiente para él, pues derrocar a todo un Orestes con solo 21 respuestas correctas roza la misión imposible. En su ansia por sumar más redondeles verdes, cometió un error en su decimoséptimo turno. «Tubo delgado de material plástico que se emplea para recubrir alambres y cables eléctricos». Contestó «manguera». Era «macarrón». Acababa de perder su ventaja, y de paso, se esfumaba toda posibilidad de bote. Jugaban ya, ambos, por 25.000 euros. «Me tenía que haber callado», dijo en alto Luis, que sumó un acierto más en una ronda posterior, al igual que Orestes. Acabaron los dos con 22 aciertos y un fallo. La suerte estaba echada: habría muerte súbita.
La ronda definitiva la abrió Luis, porque había sido el primero en dar por finalizado el rosco. Tras cuatro aciertos de ambos, llegó el momento crucial. «Capirote que se ponía como castigo afrentoso», preguntó Roberto Leal. Contestó «rocalla» y lo correcto es «rocadero». Si Orestes acertaba la siguiente, el triunfo sería suyo. El presentador lanzó la nueva pregunta: «Especie de pisto compuesto de pimientos, tomates, patatas y bacalao o atún». Luis sonrío antes de que el burgalés respondiese, consciente de que iba a acertar. Dijo «rinrán» y, en efecto, atinó.
Orestes tuvo fe cuando fue por detrás y acabó ganando. Después, a modo de maravillosa y deportiva guinda, planteó repartir el premio.