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Íñigo Errejón durante una sesión en el Congreso de los Diputados

Íñigo Errejón durante una sesión en el Congreso de los Diputados

Íñigo Errejón, ¿operación política o acoso sexual? Horizonte desvela las claves

El periodista Carlos Cuesta deslizaba la posibilidad de que «esto ha saltado para desviar la atención del número 1»

La dimisión de Íñigo Errejón, portavoz de Sumar en el Congreso, ha cambiado la escaleta de Horizonte (Cuatro TV), programa de actualidad, presentado por Iker Jiménez. El presentador ha enfocado el tema «por una denuncia por acosos sexual», pero también ha dejado en el aire la pregunta que se hacen muchos espectadores: «¿Podría haber una operación política interna de fondo?» Carlos Cuesta, periodista, señalaba la posibilidad de que «esto ha saltado para desviar la atención del número 1»

Esta vía, Beatriz Talegón, periodista, la argumenta con datos: «Hace tres días Pablo Iglesias impulsa una izquierda europea sin Sumar». «Horas después —explica Talegón— amenazaron a Íñigo Errejón diciéndole que saldría a la luz la información si no dimitía. Hoy ha visto que iba en serio y ha dimitido». La cabeza de Errejón se ha servido en bandeja de plata a su gran enemigo Iglesias, que en un tuit calificaba, sin darle la presunción de inocencia, así a su excompañero de partido: «No me alegro de que tenga un final tan siniestro, pero lo primero son las víctimas».

Otra invitada, Paula Fraga, abogada penalista y de izquierdas, mostraba dos caminos para Errejón: el judicial y el político. Si hay denuncias (al parecer dos, aunque solo la actriz Elisa Mouliaá ha presentado la denuncia por acoso sexual, así lo anunciaba en la red X), pueden ser dos años de prisión.

Sumar y Más Madrid a «ponerse la medalla»

La parte política ha enervado a Paula Fraga, que ha calificado al feminismo gubernamental de «izquierda cínica, moralmente deplorable. Esa izquierda institucional que ha instrumentalizado el feminismo con el dolor de las víctimas. Usan el feminismo para destruir a las mujeres simplemente para sacar rédito político».

Iker Jiménez daba la palabra a María Jamardo, jefa de tribunales de El Debate. Su opinión fue contundente: «Si hay delito, se denuncia. Hay que advertir que la presunción de inocencia es muy importante. Los mismos que dicen defender a las mujeres, son los más interesados en borrar a la mujer».

Sarah Santaolalla, socialista, defendía, con argumentos complicados, sus teorías: «Aquí ha habido una carrera veloz entre Sumar y Más Madrid para ponerse la medalla de quién se lo cargaba». Defendía el feminismo oficial, pero el resto no compartía sus teorías.

Beatriz Talegón, abandonó el PSOE en el año 2015, se muestra muy crítica con los ramalazos de machismo de los dirigentes de Podemos: «He vivido vergüenza ajena con el trato de Monedero a nivel interno: 'oye, linda, oye preciosa'. En Fort Apache, programa de TV, me tuve que poner un imperdible por el escote. Y que poco feminismo apareció cuando Pablo Iglesias cambió de pareja y envió a Tania Sánchez al gallinero del Congreso».

«Ya era hora»

Horizonte encuentra a un amigo de Errejón de toda la vida: Roberto Vaquero, escritor e historiador, que no tuvo pelos en la lengua: «Ya era hora, por fin, de que haya caído este monstruo» El moderador pidió que se frenase en sus expresiones, pero añadió: «Esta gente defienden un feminismo trasnochado. Son hipócritas y producto de la nueva izquierda, que es una vergüenza».

En el ambiente se respiraba que estos asuntos de Íñigo Errejón eran conocidos por mucha gente. «Y en la política de este país, la calidad humana y ética de los personajes, se mide por el número de muertos que tienen en el armario para tenerlos cogidos por las partes nobles», sentenció Beatriz Talegón. Íñigo Errejón podría estar en el armario.

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