Escriben con pintura blanca sobre las paredes renacentistas del Palacio Strozzi de Florencia
El alcalde de la ciudad, Dario Nardella, ha declarado que no aceptan «gestos de violencia gratuita» contra el patrimonio cultural de la ciudad en referencia a la pintada, cuyas labores de limpieza ya han comenzado
La venta de alimentos en la Plaza Strozzi de Florencia desagradaba a los propietarios del palacio homónimo en el siglo XV. Puede que de un modo similar a cómo ha desagradado en el XXI al alcalde de la ciudad, Dario Nardella, el graffiti blanco que ha aparecido esta mañana en su fachada con la frase: «Jeff Koons, cásate conmigo», en referencia a la exposición del artista estadounidense que se desarrolla en el interior del palacio. «No aceptamos gestos de violencia gratuita contra nuestro patrimonio cultural», ha dicho el regidor.
Cinco siglos antes los Strozzi se marcharon de la ciudad por su oposición a los Médici, pero volvieron treinta años después (concretamente Filippo Strozzi, que hizo fortuna como banquero en Nápoles) con la obsesiva intención de imponerse para siempre a sus rivales. Compraron más de 15 edificios que demolieron para construir el más grande palacio construido en los alrededores del río Arno.
Filippo no vivió para ver terminado su anhelo, que no solo fue concluido medio siglo después, sino que además fue confiscado precisamente por los Médici, una historia de Montescos y Capuletos, volviendo a los Strozzi treinta años más tarde. Las obras continuaron a lo largo del tiempo hasta que a finales del XIX el príncipe Ferdinando Strozzi construyó el llamado «banco de calle». Los Strozzi mantuvieron la propiedad del palacio hasta 1937, que terminó siendo cedida al Estado italiano.
Labores de limpieza
La Fundación Strozzi ha informado de que ya han comenzado las labores de limpieza de la pintura blanca (las frases con pintura blanca sobre las paredes de Nueva York de Samo, el famoso pintor Basquiat, son curiosamente consideradas hoy arte) sobre la pietraforte de este edificio señorial del Renacimiento (para el que llegaron a contratar a astrónomos y elegir así el día idóneo para colocar su primera piedra), símbolo de la historia y de la cultura de la capital florentina.