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Nueva petición del presidente mexicano López obrador para que Austria devuelva a México el 'Penacho de Moctezuma'

Nueva petición del presidente mexicano López obrador para que Austria devuelva a México el Penacho de Moctezuma

El presidente López Obrador insiste en que Austria devuelva el 'penacho de Moctezuma' a México

En otro gesto de reivindicación histórica del indigenismo, AMLO pide la devolución de un símbolo de la cultura mexicana que, se cree, fue regalo del propio Moctezuma a Hernán Cortés, y que éste después regaló a Carlos V

En otro episodio de política cultural, el presidente Andrés Manuel López Obrador ha vuelto a recordar a Austria que debe devolver ese símbolo del indigenismo en el que se ha convertido un tocado de Moctezuma que pasó de mano en mano hasta llegar a Austria.

Si hace unos días en Morelia se decapitaba una estatua del fraile Antonio de San Miguel, y en California se derribaba otra estatua de Fray Junípero Serra en un nuevo arranque enfebrecido de hacer cuentas con las heridas del pasado, López Obrador ha vuelto a la carga en otro empeño por reivindicar históricamente a su país con gestos que parecen «un tanto» populismo de cara a la galería.

A vueltas con el penacho de Moctezuma

El presidente mexicano ha vuelto a insistir en que Austria debe devolver a México el famoso «penacho de Moctezuma», que se conserva en el Museo de Etnología de Viena.

«Hay que seguir insistiendo que nos devuelvan el penacho y que nos devuelvan todo lo que han robado y que pertenece a los mexicanos».

El presidente ha recordado que, en 2020, su esposa, la historiadora Beatriz Gutiérrez Müller, viajó a Austria para entregarle una carta al presidente Alexander Van der Bellen, en la que solicitaba el préstamo del «penacho» para ser expuesto en México en 2021 en el aniversario de la conquista y la independencia, pero recibió una negativa por respuesta ya que, según el museo austriaco y debido al estado de la pieza, «no iba a resistir el viaje. Pero lo cierto es que se han apropiado de algo que es de los mexicanos».

El 'penacho de Moctezuma' y la reivindicación de los símbolos históricos

El penacho de Moctezuma y la reivindicación de los símbolos históricos

También es cierto que la posesión del «penacho» por parte de Austria ha creado siempre fricciones entre los gobiernos de ambos países, desde que México pidió su devolución en 1991 y, después, matizando su imperativo, propuso a cambio devolver la carroza dorada del emperador Maximiliano de Habsburgo, que se exhibe –curiosamente– en el Museo Nacional de Historia del Castillo de Chapultepec.

Qué es el 'penacho de Moctezuma'

El «penacho» en cuestión es un tocado mexica con una altura de 116 centímetros y un diámetro de 175 centímetros, decorado con plumas de aves xiuh totol, cuclillo y quetzal, oro y piedras preciosas que, según la tradición pertenecía a Moctezuma y que éste entregó a Cortés que, a su vez, lo envió a España como regalo a Carlos V, según describe el conquistador en la primera de las Cartas y Relaciones. En ella, describe una lista de objetos enviados como regalos al rey de España, entre los cuales se incluían «oro, joyas, piedras, plumajes, ropa de algodón y dos libros de los que acá tienen los indios».

Copia del Penacho de plumas atribuido a Moctezuma(Museo Nacional de Antropología (México).

Copia del Penacho de plumas atribuido a Moctezuma en el Museo Nacional de Antropología de México.

Aunque no se sabe a ciencia cierta si el «penacho» iba en esta lista, vuelve a aparecer siglos después en la colección del sobrino del emperador, Fernando II de El Tirol como un «sombrero morisco», hasta que en 1806 empieza a ser expuesto en el Palacio del Belvedere de Austria, y vuelve a aparecer en 1878 en el Palacio de Ambras de Ferdinand Von Hochstetter.

En cualquier caso, cada vez hay más noticias en torno al arte de unos países que acaba en otros como botín de guerra, o expolios que terminan en museos y colecciones privadas, después de vicisitudes históricas difíciles de dilucidar en muchos casos, y que reivindican los gobiernos como misión cultural y económica; unas veces justamente y, otras, envuelta en una reinterpretación de hechos que no pueden ser cambiados desde el victimismo nacionalista, ávido siempre, de símbolos sagrados para su devoción.

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