Tom Cruise, la única gran estrella de cine que rueda todas sus escenas de riesgo
Su lista de actuaciones con peligro, más propias de un actor especialista, agrandan el mito del intérprete estadounidense
Dice Tom Cruise cuando le preguntan por qué realiza él mismo todas sus acciones de riesgo si alguna vez le preguntaron a Gene Kelly por qué realizaba todas sus escenas de baile. La respuesta explica en buena medida cómo se toma el actor esta parte de su trabajo. Mientras Tarantino explicaba por boca de Leonardo DiCaprio como un actor principal no podía someterse al peligro de lesionarse, o algo peor, y paralizar los rodajes en Érase una vez en Hollywood, en el Hollywood real es una de sus máximas estrellas la que no se pliega a las costumbres ni a las súplicas de los seguros.
Una de sus últimas demostraciones pertenece a una escena de la próxima entrega de Misión Imposible, donde Cruise aparece hablando en cuclillas sobre el fuselaje de una avioneta en pleno vuelo, antes de que esta realice un giro hacia abajo mientras el actor permanece agarrado por fuera del aparato:
De hecho, una de las peticiones más frecuentes de los directores al intérprete es que no sonría en mitad del rodaje de estas escenas, como si fuera real la comparativa que él mismo hace sobre el baile y Gene Kelly. Cruise sonríe como Kelly mientras este cantaba bajo la lluvia, una circunstancia verdaderamente sorprendente, pues no es lo mismo sonreír cuando se canta y se baila sobre un plató de suelo firme bajo una lluvia falsa, que hacerlo volando a miles de metros de altura agarrado al exterior de un avión que de pronto se invierte como se invertían Maverick y Goose para hacerle aquella foto famosa al Mig en Top Gun.
«Soy un actor muy físico y me encanta hacerlas. Estudio y entreno y me tomo mucho tiempo para resolverlo todo. ¡Me he roto muchos huesos! La primera vez de cualquier escena es estresante, pero también estimulante. ¡Me han dicho varias veces durante el rodaje de una acrobacia que deje de sonreír!», ha dicho en más de una ocasión.
Saltar al vacío desde un avión a ocho kilómetros de altura, escalar un edificio de cristal a 800 metros de altitud y dejarse caer por él mientras corre hacia abajo sujeto por un arnés, saltar de una moto a otra a gran velocidad, saltar de una roca a otra en la pared de un precipicio o despegar sujeto a la puerta de un avión a 300 kilómetros por hora con lentillas especiales protectoras para no destrozarse los ojos por la fuerza del viento o pilotar su propio caza de combate realizando inverosímiles acrobacias al borde de la resistencia física en Top Gun: Maverick, hacen de Tom Cruise un actor impresionante que lleva la interpretación más allá de sus límites, abarcando todo el abanico actuante, algo que probablemente no pueda decir ningún otro en la historia del cine.