El narcotraficante Pablo Escobar en una foto de ficha policial
«No se metan en drogas» y otras nueve frases de Pablo Escobar, el 'narco' más famoso de la historia
Se cumplen 30 años de la muerte del fundador del Cartel de Medellín, recordado en películas, series y novelas a medio camino entre el bueno y el malo, frente al delincuente y asesino que en realidad fue
El campesino que quiso dejar de serlo se puso manos a la obra con la única salida posible (o la más rápida) de la pobreza. Del contrabando adolescente pasó a la producción de cocaína y a su venta en la edad adulta. En eso fue el mejor (o el peor, según se mire), como antes lo había sido en el alijo, que se le quedó pequeño para su proverbial listeza.
Si William Randolph Hearst fue el hombre más poderoso del mundo a principios del XX gracias al monopolio de la prensa y los medios de comunicación, Pablo Escobar lo fue a finales del mismo siglo gracias al monopolio de la coca. Como la figura que inspiró en Ciudadano Kane de Orson Welles, el colombiano también se adentró en la política al más puro estilo de la mafia de El Padrino para blanquear su inmensa fortuna y su turbio personaje.
Terrorista y asesino
Michael Corleone le prometía a su mujer, para convencerla de que se casara con él, que en solo unos pocos años la familia sería perfectamente legal, pero eso es algo que Michael, Kay y Pablo sabían que nunca sería posible. Lo de Escobar en el escaño fue breve, como también el tiempo que les quedó de vida a los responsables de la brevedad. Esto solo fue el principio y ni siquiera eso, digamos solo la parte intermedia.
Pablo Escobar en 1989
El final fue que el poder que le proporcionaban sus actividades delictivas le permitió enfrentarse al mismísimo Estado, que comenzaba a actuar contra él y a lograr victorias antes imposibles. Escobar se revolvió y utilizó toda su fuerza en una guerra auténtica. Era como Bonnie y Clyde con toda la policía estadounidense detrás de ellos. En el caso de Escobar con casi toda la policía del mundo, incluida la estadounidense, dedicada a su busca y captura. Secuestró y asesinó a políticos y figuras claves del Gobierno y de la política colombiana, planeó y ejecutó actos terroristas por todo el país, causó la muerte de cerca de un millar de agentes a principios de los 90.
diez frases de pablo escobar:
- «Pues si medio mundo me quiere matar, contratamos al otro medio mundo para que me defienda».
- «Con los políticos que tenemos en Colombia, ser bandido es un honor».
- «Siempre consigo lo que quiero, y cuando no, es porque no lo quería».
- «Dios manda en el cielo, yo mando en Colombia».
- «Amigos son aquellos que te ven llorando y te dicen: ¿A quién matamos?».
- «A mí me tienen que matar de bala y no de miedo... de 30 balazos en el semáforo, como tiene que morir un mafioso».
- «Yo soy un hombre decente que exporta flores».
- «Quien riendo me la hace, llorando me las paga».
- «Hay tres maneras de hacer las cosas: bien, mal y cómo las hago yo».
- «No se metan en drogas".
Entonces apenas tenía 40 años. Se las arregló para entregarse, aceptando ser encarcelado en una «prisión» (donde sus propios sicarios iban disfrazados de guardias) que se encontraba dentro de unas tierras de su propiedad. El dinero a espuertas y el soborno seguía siendo su arma, y desde la «cárcel» siguió dirigiendo sus negocios, pero fue casi el final del final. Llegaron hasta «su» cárcel, pero se escapó.
Se escapó tantas veces como Bonnie y Clyde y como ellos, después de todo, fue tiroteado a los 44 en la constante y finita huida para crear el mito populista al que adoraban los más humildes porque les ayudaba de forma personal. Los gestos que contribuyeron a su cinematografía, incluso sus posesiones, como la Hacienda Nápoles, donde vivió gran parte de su vida y donde, entre tantas otras excentricidades, se construyó un zoo particular que hoy sigue existiendo convertido en una atracción turística como el palacio singular del campesino que para no serlo acabó siendo un asesino.
