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Andrés Amorós
Crónica deAndrés AmorósMadrid

Naturales mandones de Perera a un encastado Victorino

Corta un trofeo, igual que Emilio de Justo, en la última corrida de la temporada en Las Ventas

Actualizada 22:02

Miguel Ángel Perera, con el segundo de su lote, de nombre Escusano y 525 kilos

Miguel Ángel Perera, con el segundo de su lote, de nombre Escusano y 525 kilos@LasVentas (Plaza 1)

Por la mañana, la lluvia no puede con el desfile de la Hispanidad: aguantan, impertérritos, las tropas que desfilan y el público, que los aclaman. Aunque algunos políticos puedan creerlo, el patriotismo no ha muerto del todo en España. Cesa la lluvia y, por la tarde, se celebra la corrida de la Hispanidad. Me lo decía con acierto mi amigo Antonio Gala: la lengua y los toros son dos de los mayores vínculos que continúan uniendo a España con Hispanoamérica.

Los toros de Victorino Martín tienen casta, fuerza y buenos pitones. Con estos toros, presenciamos otra Fiesta, muy distinta de la de tantas tardes. Los lidian dos diestros poderosos; los dos, extremeños, Miguel Ángel Perera y Emilio de Justo. Los dos cortan un trofeo; en el caso de Emilio, pierde alguno más por la espada, pero lo más destacado de la tarde lo ha hecho Perera en el tercer toro, con naturales clásicos de categoría.

Por su capacidad y valor sereno, a Miguel Ángel Perera lo respetan mucho los profesionales. Sus dos lunares son alargar las faenas y la espada. El primero, veleto, humilla pero flaquea, cumple en varas. Quita de Justo por ceñidas chicuelinas. Con oficio, Perera lo va metiendo en la muleta, aunque el toro es pegajosito y humilla poco. Mata sin convicción, a la tercera. No ha pasado nada.

Reciben con aplausos al tercero, abierto de pitones, que sale con pies y humilla. Perera juega bien los brazos a la verónica. El toro empuja con los riñones, en varas; acude pronto a la muleta y repite. Los derechazos de mano baja tienen hondura. Los naturales suaves, impecables, levantan un clamor, aunque el toro entrampilla al torero. Un gran toro este Escusano, bravo y noble, y un excelente toreo al natural. Faena clásica, de torero maduro, rematada con un gran volapié hasta la mano: justa oreja y gran ovación a un bravo toro.

Miguel Ángel Perera, durante la lidia del primero de su lote en el mano a mano con Emilio de Justo. La Plaza de las Ventas de Madrid volvió a lucir repleta

Miguel Ángel Perera, durante la lidia del primero de su lote en el mano a mano con Emilio de Justo. La Plaza de las Ventas de Madrid, llenaEFE

Echa las manos por delante y no se entrega el quinto. Perera lo va metiendo en la muleta con más oficio que brillo porque el toro embiste con sosería y eso es lo que menos se espera de un Victorino. El trasteo de Perera es correcto, sin más: le piden que no lo alargue. Mata caído.

Emilio de Justo ha mostrado esta temporada estar totalmente recuperado de su terrible percance del año pasado. Eso le ha permitido torear con más naturalidad, sin rigidez. Lidia bien al segundo, lo deja lejos del caballo, como aquí gusta, y el toro va a más, aunque le pican trasero. Los derechazos tienen emoción pero, por la izquierda, el toro queda corto, tiene peligro. Una faena valiente, que queda a medias, y mata a la tercera. Aplauden algo al toro y el diestro saluda.

El cuarto embiste con codicia de salida pero se va del caballo; se viene arriba en banderillas. Emilio corre la mano, tragando mucho. ( Los «¡vivas!» a la Virgen del Pilar, en medio de una faena emocionante, son inoportunos). El toro se cierne cada vez más, acaba enganchándolo. Visiblemente dolorido, vuelve a la cara del toro, echándole lo que hay que echar. Citando muy de frente, logra naturales lucidos, aunque el toro acaba queriendo irse. Ha sido una faena de torero macho, decían antes de la dictadura de la corrección política. Pierde el trofeo por pinchar seis veces, entrando de lejos (parece que ha perdido el sitio con la espada).

Emilio de Justo, este Día de la Hispanidad, en Las Ventas

Emilio de Justo, este Día de la Hispanidad, en Las VentasEFE

El último sale suelto, le dan demasiados capotazos. En la muleta, en cambio, saca nobleza, repite con clase, le permite a Emilio trazar muletazos con gusto. La gente está con él, en esta faena ardorosa. Esta vez sí acierta en la estocada. Aunque el bravo toro tarda en caer, como sus hermanos, y suenan dos avisos, el público exige la oreja.

No ha sido mal final de temporada: toros encastados, que permiten el buen toreo. Lo peor, la duración, dos horas y media, y el número de avisos (ocho). Parece que estas dos cosas no tienen remedio.

Es de noche cerrada cuando salimos de Las Ventas. Ha sido la última corrida del año en Madrid, se acerca el invierno. Debería ser tiempo para reflexionar y que todos los profesionales se unieran, para resolver los problemas pendientes. Entre otras cosas, sería muy malo que no volviera a haber un canal taurino de televisión. Pero, a pesar de los políticos sectarios e ignorantes, que odian a España y a la Tauromaquia, ésta no está en peligro porque es un arte y el arte nunca muere: como decía Valle-Inclán, nos ayuda a pasar el frío del invierno.

Si Dios quiere, seguiremos hablando de toros con los lectores de El Debate, hasta que llegue de nuevo la primavera y, con ella, los festejos taurinos.

El aspecto de Las Ventas en la última corrida del año

El aspecto de Las Ventas en la última corrida del añoEFE

POSTDATA. Por si hiciera falta, el antitaurino ministro Urtasun se ha retratado, una vez más: ha mostrado una impresentable falta de educación, al negarse de modo ostensible a aplaudir al Juli, cuando éste acudía a recibir, de manos del Rey de España, el Premio Nacional de Tauromaquia. Todo el mundo puede ver, en internet, esa lamentable imagen. También así, por si hiciera falta, se ha retratado, una vez más, el Presidente del Gobierno que lo nombró y que no hará ni caso a la nota de la Fundación del Toro de Lidia, que pide la destitución de este inculto Ministro de Cultura. Los aficionados a los toros, y los que no lo son, deben tomar nota. Pero no hay mal que cien años dure: Urtasun y Pedro Sánchez pasarán y la Tauromaquia continuará porque es la Fiesta del pueblo español. Como dice El Quijote, aún hay sol en las bardas.

FICHA

  • MADRID. Plaza de Toros de Las Ventas. 12 de octubre. Corrida de la Hispanidad. Lleno: 22.248 espectadores.
  • Toros de Victorino Martín, bien armados, encastados, de juego variado; destacan 3º, 4º y 6º, aplaudidos.
  • MIGUEL ÁNGEL PERERA, de grana y oro, dos pinchazos, estocada y descabello (aviso, silencio). En el tercero, buena estocada y descabello (dos avisos, oreja). En el quinto, estocada caída (silencio).
  • EMILIO DE JUSTO, de azul marino y oro, dos pinchazos y estocada (aviso, saludos). En el cuarto, seis pinchazos y estocada (dos avisos, palmas). En el sexto, estocada y dos descabellos (dos avisos, oreja).
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