Esto es lo que opina Pérez-Reverte de quienes felicitan el solsticio de invierno en vez de la Navidad
El académico dio su opinión sobre la moda de felicitar el solsticio de ivierno como alternativa a la Navidad
En España se ha puesto de moda desde hace unos años, sobre todo en los entornos de extrema izquierda de Podemos y Sumar, felicitar el solsticio de invierno en vez de la Navidad.
Defienden estos grupos que el cristianismo secuestró las festividades paganas en torno al solsticio de invierno y las cristianizó convirtiéndolas en la Solemnidad de Navidad.
Como ejemplo, el pasado 21 de diciembre una de las agrupaciones de Podemos, la de Fuencarral-El Pardo, organizó una cena de solsticio de invierno como alternativa a las celebraciones navideñas.
En su perfil de Twitter publicaron el siguiente mensaje: «Así celebramos el solsticio de invierno con una estupenda cena de traje y despedimos este trepidante año donde, entre todas, conseguimos que Irene Montero e Isa Serra nos representen en el Parlamento Europeo».
Las reacciones críticas no se han hecho esperar y, entre otras, la del escritor y académico de la RAE, Arturo Pérez-Reverte.
Sin hacer referencia en concreto al tuit de Podemos de Fuenlabrada-El Pardo, Pérez-Reverte señaló que «ya tenemos en España nueva celebración alternativa para quienes rechazan decir ‘Feliz Navidad’: ‘Feliz Solsticio de Invierno’. Y es que hace falta ser muy gilipollas. O sea, muy de aquí».
El pasado 21 de diciembre tuvo lugar el solsticio de invierno en el hemisferio norte, el momento en que el Sol se sitúa más al sur, sobre el trópico de Capricornio, marcando el inicio del invierno. Es el día más corto del año y la noche más larga.
Antiguamente, los solsticios jugaban un papel importante en las sociedades neolíticas, pues marcaban los ciclos agrícolas. Su importancia fue tal para la supervivencia de las sociedades antiguas que las religiones paganas divinizaron estos fenómenos y adoptaron toda una serie de liturgias idolátricas entorno a ellos, véase, por ejemplo, el monumento prehistórico de Stonehenge.
Hoy, sin embargo, la razón y la ciencia ha desprovisto de todo barniz religioso estos fenómenos astronómicos. Sin embargo, desde movimientos de izquierda anticristiana, movimientos neodruidas y new age se han empeñado en resucitar el culto pagano en torno a los solsticios.
La cristianofobia, la ola neopagana –consecuencia de la secularización que sufren las sociedades cristianas– y las ideologías ecologistas han hecho que miles de personas en occidente monten cada diciembre una suerte de «aquelarre» para celebrar el solsticio en vez de la navidad.