Salida a hombros de Román tras el dramático percance de Borja Jiménez en una gran corrida
El pueblo valenciano agradece con aclamaciones la presencia del Rey de España, en el último festejo de la Feria de Fallas

Román sale a hombros tras la corrida de la Feria de Fallas
Todos los valencianos damos gracias a Dios porque ha amainado el fuerte temporal del martes, hasta ha salido un poquito de sol: se ha podido celebrar la última corrida de toros de la Feria y esta noche tendrá lugar la cremá de las fallas.
Para completar este final feliz, acude al festejo taurino el Rey de España, que, desde la tragedia, ha venido aquí repetidamente y ha mostrado una espacial cercanía con este pueblo. (No hace falta subrayar la diferencia con otro personaje). Luce, al cuello, el pañuelo fallero. Le acompañan, en la barrera, un maestro de la Comunidad Valenciana, el alicantino Luis Francisco Esplá, y Antonio Bañuelos, Presidente de la Real Unión de Criadores de toros de Lidia.
El momento dramático de la tarde se produce en el segundo toro, cuando Borja Jiménez entra a matar desde muy lejos: el toro lo engancha por el pecho y se ensaña con él. Lo llevan a la enfermería: todos tememos que lleve una cornada seria. Las noticias que van llegando nos tranquilizan: no ha habido cornada pero sí fuertes varetazos, en el pecho y en la espalda. Se empeña Borja en salir a matar los dos últimos toros pero los médicos se lo prohíben: evidentemente, no está en condiciones. Ha de matar los seis Román: se sobrepone a las circunstancias, logra cortar dos orejas y sale a hombros.
Debutan en Valencia los toros de La Quinta, de encaste Santa Coloma, siempre esperados con interés por los aficionados. Recuerdo siempre que Antoñete, después de una tarde complicada, no los quería ver; en cambio, Paco Camino, muy confiado en su capacidad, elegía los toros de Joaquín Buendía, con los que obtuvo grandes triunfos.
Román, con el primer toro de la tarde y de su lote, este Día de San José en Valencia
En el 2024, Borja Jiménez ha realizado una temporada inmejorable, acaba de recibir la Oreja de Oro de Radio Nacional, ha triunfado hace poco en Acho y en la Plaza México (hoy de triste actualidad). Y pudo triunfar todavía más, si no fuera por sus fallos con la espada. En mi opinión, entra a matar desde demasiado lejos (un error frecuente, hoy en día): cuando llega a la jurisdicción del toro, éste levanta la cabeza y no le deja pasar. No comprendo cómo un diestro técnico e inteligente, como es Borja, no lo remedia. Esta tarde, con esa misma técnica, ha sufrido un percance que pudo ser grave.

Borja Jiménez brinda al Rey su primer toro, de nombre 'Farolillo', que le ha cogido al entrar a matar

Borja Jiménez, cogido al entrar a matar a su primer toro
Reciben con una ovación al primer toro, con los pitones vueltos hacia arriba; humilla bien, se desplaza con clase y Román logra muy buenos lances. Se deja pegar en varas, lo cuidan. Brinda Román al Rey: «Su compromiso con España y con el pueblo valenciano ha sido un ejemplo para todos». A pesar del viento, lo saca a los medios (lo adecuado para la bravura de este encaste): aprovecha las nobles embestidas para dar muletazos largos, mandones, de mano baja. El toro no dura mucho, las manoletinas finales sobran. La estocada, con salto, queda trasera y atravesada: ha perdido la oreja de un buen toro. Al recoger la montera, hace un gesto, pidiendo disculpas al Rey por el manejo de la espada.
El segundo toro es astifino, humilla. Lo lidia bien Borja, con el capote, manda a Tito Sandoval que mida el castigo. Brinda al Rey: «Para agradecerle todo lo que hace por España y cómo ha defendido a los valencianos». Comienza muy bien, con doblones emocionantes. El toro va a peor: saca dificultades, derrota por alto, desarma. Entrando desde muy lejos, se produce el percance, un porrazo tremendo. Despacha al toro Román con habilidad.
En un ambiente de gran preocupación e incertidumbre, salta el ruedo el tercero: cárdeno, como casi todos sus hermanos, cornivuelto, bajo, muy bonito. Román se luce con tafalleras y deja la montera junto a la enfermería, en homenaje a su compañero. El toro es noble pero exigente. Traza Román buenos derechazos de mano baja, vaciando por completo la larga embestida. Remata la buena faena entrando a matar muy derecho pero la espada queda contraria y el toro no cae; aunque está herido de muerte, en un arreón, se lo lleva por delante: así es la bravura. Por no matar bien, Román ha perdido ya una oreja de cada toro.

Román, en un lance de este miércoles, en la última corrida de Fallas
Han llegado ya noticias tranquilizadoras sobre el estado de Borja Jiménez. Está empeñado en salir a matar los dos últimos. Por eso, se cambia el turno: en cuarto lugar, mata Román el que le correspondía como quinto. El toro acude con codicia al capote y al caballo: no es bravo, sino muy bravo. Suena la diana floreada del Soro. Brinda al público. El trasteo por bajo es emocionante, porque el toro embiste con todo. La faena es vibrante, tiene emoción y mérito, a pesar de un desarme. Entrando con decisión, logra –¡por fin!– la estocada: corta una oreja, que premia su mérito de toda la tarde, y da la vuelta al ruedo con unas naranjas, que le han tirado los paisanos.
Se confirma que los médicos no dejan salir al ruedo a Borja: se queda solo Román, con dos toros más. No se viene abajo: recibe al quinto, cerca de tablas, con una larga y suaves verónicas de rodillas. Como el toro ha ido bien al caballo, para el segundo puyazo, lo deja muy lejos, en la misma boca de riego. Acude la res con alegría, galopando, y Puchano deja un puyazo en toda la yema. ¡Qué hermosa es la suerte de varas, cuando se hace bien! Por desgracia, no es frecuente verlo. Hacen saludar al picador y el matador lo abraza. En banderillas, el toro, por humillar tanto, se pega una voltereta. El comienzo de faena es clásico: ayudados por alto, cargando la suerte. El toro, justo de fuerzas, embiste con enorme clase, es el más suave de toda la tarde. Román le da sitio y, por primera vez, se le ve relajado, muy a gusto. Mata con decisión. Sentado en el estribo –una estampa muy clásica– ve derrumbarse sin puntilla al bravo toro. El Presidente concede una oreja y la vuelta al ruedo al toro: además de su bravura, se premia así al conjunto de la corrida y al espectáculo de la suerte de varas. Acierta Román al hacer que Puchano lo acompañe, en la vuelta al ruedo.
Con dos orejas, Román tiene ya abierta la Puerta Grande, falta sólo rematar la tarde. Por desgracia, el último toro sale suelto; derriba, por buscarle las vueltas, al caballo, al que hiere. En un quite por reposadas chicuelinas, se luce el sobresaliente, Víctor Manuel Blázquez, de ilustre dinastía taurina valenciana. Brinda Román a su padre. El toro es el único manso de la corrida; arrebata tres veces el capote a los banderilleros; se raja muy pronto a tablas: se impone el macheteo. Esta vez, Román se alarga, al matar. Un epílogo poco feliz, que enseguida olvidaremos, para una gran tarde de toros.
A hombros sale Román: se lo ha ganado con justicia. Deseo que se reponga pronto Borja Jiménez pero también deseo que mejore su técnica, al entrar a matar.

Román saluda al público en la última corrida de la Feria de Fallas
Las reses de La Quinta han aportado la emoción que una corrida necesita. Repito una vez más que muchos aficionados desearíamos ver el mano a mano de Daniel Luque y Andrés Roca Rey con estos toros; me temo que el peruano no está por la labor.
La feliz conclusión de la Feria no debe hacernos olvidar que la lluvia ha obligado a suspender dos corridas de un total de seis, un porcentaje demasiado alto. ¿Tomarán alguna medida las autoridades valencianas para que esto no vuelva a suceder? No tengo ninguna esperanza: nadie se atreverá, aunque la unión del PP, el PSOE valenciano y Vox podría conseguirlo sin demasiado problema.
Esta tarde, en la Plaza de Valencia, el Rey de España ha estado en los toros, con su pueblo: igual que los acompañó en la tragedia, ha estado con ellos en la fiesta popular. Así debe ser y, felizmente, así ha sido. No lo van a olvidar los valencianos, que cantan, al comienzo de su himno: «Por ofrendar nuevas glorias a España, nuestra región supo luchar». Y que concluyen, uniendo los dos amores de este pueblo: «¡Gloria a la Patria! ¡Viva Valencia!».
POSTDATA. Es una pésima noticia la prohibición de las corridas de toros en México capital, encubierta con una fórmula ridícula: una especie de ballet blanco o rodeo para turistas, con toros embolados. (Algo tan lamentable como la pretendida corrida «a la balear», que un acertado recurso hizo caer). La afición a los toros está profundamente enraizada en la cultura popular mexicana. La Plaza México se inauguró en 1907; es la más grande del mundo, con cabida para una 65.000 personas, más del doble que Las Ventas. Muchos toreros españoles han sido «consentidos» de esa apasionada afición. Uno de ellos, El Niño de la Capea, ha desmontado certeramente las presuntas razones de la prohibición: «Que, en un país en el que te matan por mirar a alguien a los ojos, se preocupen por la sangre del toro, es de una hipocresía y un cinismo fuera de lo normal».
Sólo hay algo bueno en esta muy triste historia: aunque algunos se nieguen a verlo, ha quedado muy claro que muchos ataques a la Tauromaquia van unidos a los tópicos de la leyenda negra antiespañola, al rechazo de lo que ha sido y sigue siendo nuestra cultura hispánica . En la España actual, lo comprobamos todos los días.
ficha
- Valencia. 19 de marzo. Última corrida de la Feria de Fallas. Casi lleno.
- Asiste el Rey de España, en una barrera. Toros de La Quinta: serios, encastados, exigentes, bravos; el quinto, premiado con la vuelta al ruedo.
- ROMÁN, de grana y oro, estocada atravesada trasera (ovación). Por la cogida de Borja Jiménez, mata el segundo (silencio). Y mata todos los demás. En el tercero, estocada contraria y dos descabellos (saludos). En el cuarto, estocada (aviso, oreja). En el quinto, estocada corta tendida (oreja). En el sexto, 4 pinchazos, estocada y 5 descabellos. Sale a hombros.
- BORJA JIMÉNEZ, de rioja y azabache, herido al intentar matar al segundo. Según el parte médico, sufre «lesiones varias. Fuerte contusión en la región lumbar, con varetazo corrido. Varetazo y contusión en abdomen. Varetazo en hombro izquierdo y contusión. Contusiones varias. (Pronóstico reservado)».