Precios imposibles para ver a Lady Gaga: el dinamismo de Ticketmaster para el perjuicio de los fans

Si hay algo para lo que un fan dedicado tenga paciencia es para las colas de los conciertos. Sean cuales sean las condiciones, son capaces de aguantar las horas que se necesiten para poder ver a sus ídolos. Pero hay una cola, cada vez más común para los conciertos más codiciados, que está haciendo perder las ganas a más de uno: las colas online para sacar tickets.

Estas consisten en listas de espera virtuales a las que se accede al expresar intención de comprar una entrada. El procedimiento es el mismo que en una cola física: se deberá esperar un tiempo, normalmente anunciado en la web, y se tendrá asignado un número de comprador. En ocasiones, estas colas pueden llegar a ser de varias horas, como fue el caso para el concierto de Taylor Swift en el Santiago Bernabéu el pasado verano.

Pero el mayor de los problemas no es este sino la práctica que parece ahora instaurada por la gigante de venta de tickets, Ticketmaster, en la que dependiendo de la demanda que se esté dando de los tickets, el precio aumenta para los que lleguen después a la cola. El exdirector de la plataforma, Eugeni Calsamiglia, argumenta que esta práctica tiene como objetivo frenar la reventa de entradas en el mercado de segunda mano

Mientras que se debe reconocer que el problema del abuso de precios en este tipo de reventas supone un problema para la legitimidad de las plataformas, es necesario entender que una elasticidad tan elevada de precios para el mismo evento es muy perjudicial para los fanáticos. Los precios de cada tour y concierto se anuncian de antemano, pero si luego adquieren la calidad de dinámicos, fácilmente pueden perder compradores que tuviesen interés y empeño por conseguir entradas al principio.

Tour 'Mayhem' de Lady Gaga

El Palau Sant Jordi recibirá los días 28, 29 y 31 de octubre a la diva del pop en la gira por su álbum 'Mayhem', que salió a la venta hace unas semanas. Cuenta con 54 fechas de tour divididas entre Norteamérica, Singapur y Europa, y para todas ellas las plataforma de ventas ha sido Ticketmaster.

La práctica de precios dinámicos ha sido aplicada en la venta de las entradas y esto no ha sido de agrado para los fans. La base de precios que originalmente variaba entre los 55 euros y los 180 euros ha crecido hasta alcanzar los 400 euros por una entrada en grada. Como respuesta, los seguidores se manifiestan por redes sociales y denuncian un sistema que desde hace tiempo se aprovecha de la alta demanda y convierte el acceso a conciertos al alcance de unos pocos.