Luz Gabás: «España poseyó el corazón de Norteamérica durante 40 años y esta novela recupera ese hito»

Luz Gabás vive estos días en un vaivén de emociones. Se siente en un sueño que no termina de creer que es real. «Pero lo es», se repite. Son las 8:15 horas. El Debate es su primera entrevista de la gira que Planeta tiene preparada para presentar Lejos de Luisiana, la obra con la que se ha ganado el reconocimiento y prestigio internacional como escritora. Pero pese a todo, la ganadora del Premio Planeta 2022 nos recibe natural, cercana, serena...

–¿Cómo recuerda la noche de la entrega del premio?

–Pude por fin verla en casa tranquilamente y revivir el momento, desde que dicen mi nombre hasta que termino de hablar y la verdad es que lo tengo aún muy fresco en mi memoria y me parece un sueño. Pero es real.

–Para escribir esta novela ha tenido que investigar mucho acerca de Luisiana. ¿Qué es lo que más le fascinó descubrir?

–Todo ha sido un descubrimiento, pero quizás más la mezcla de culturas, el hecho de que los españoles estuviesen allí teniendo conferencias, reuniones con las tribus nativo americanas. Es que no tenía ni idea.

–¿Es esta una novela que reivindica el papel de España como conquistador del mundo?

–Más que una reivindicación es una puesta en valor. Fuimos muy importantes, luego no tanto pero en aquel momento éramos una de las mayores potencias del mundo. Fueron 40 años los que España poseyó el corazón de Norteamérica, todo el centro de lo que hoy es Estados Unidos. Es un hito muy grande y a la vez desconocido. Y esta novela lo que hace es eso, recuperar una parte del pasado desconocida.

–¿Sirve la novela como documento histórico?

–Es una novela en la que está muy equilibrada la parte histórica y la parte de ficción. Creo que es el gran acierto de Lejos de Luisiana y la clave de cualquier novela histórica. Como es ficción va entrando muy bien y el lector va aprendiendo a la vez sobre aquella época.

–El amor siempre está presente en sus novelas... ¿Es Luz Gabás una romántica?

–Me gusta mucho el romanticismo, pero el del siglo XIX y en esta novela se ve en el deseo de libertad, en su escenario exótico... Además, el amor es una herramienta muy útil narrativamente. Engancha al lector. Pero aquí hay amor en el sentido más amplio. Está el amor entre dos personajes, el filial, a la tierra...

–Palmeras en la nieve se llevó a la gran pantalla. ¿Escribió esta novela pensando ya en que pudiera también tener su versión cinematográfica?

–No. Eso lo veo al final. No se escribe pensando en una recepción concreta simplemente vas escribiendo y al final es cuando piensas en la película.

–¿Por qué se hizo escritora?

–Yo escribía desde niña. Leer y escribir siempre me han gustado. Me visualizo así en mi infancia. Elegí una carrera de letras. Yo soñaba con ser escritora en el concepto clásico romántico de Mujercitas. Esa era yo pero no me lo planteé hasta que ya más o menos tuve la parte práctica de vida, el trabajo, resuelta. Entonces pensé que quizás podría intentarlo y fue cuando me decidí a preparar Palmeras en la nieve. Ese fue el comienzo de todo.

–Hace mucho que fue alcaldesa de su localidad, Benasque, por el PP, entre 2011-2015. ¿Qué tienen en común una escritora y una política?

–La verdad es que poco, porque a ver, mi trabajo como alcaldesa consistía fundamentalmente en gestionar los recursos comunes. Tiene momentos muy bonitos, sin duda, representando a todos los ciudadanos y quizás la única conexión que se me ocurre puede ser el trato con diferentes perfiles de personas con las que tienes que aplicar un manual de psicología. Y lo mismo cuando desarrollas personajes.

–¿Con qué quiere que se quede el lector cuando termine su novela?

–Creo que sería que después de todo, siempre hay esperanza. Yo creo que eso lo necesitamos todos. Esa sería la sensación con la que me gustaría que se quedaran. Ese empuje hacia adelante.

–¿Hay algo que no haya contado a nadie aún sobre el libro?

–Me hubiese gustado hacerla más larga para desarrollar más la llegada de los colonos malagueños y de Gran Canaria a Luisiana. Pero no me dio tiempo y además creo que esa parte da para otra historia muy bonita.