'Austrias. Imperio, poder y sociedad': de cómo mantener un imperio

Alfredo Alvar Ezquerra es uno de los grandes y más prolíficos especialistas de nuestra edad Moderna. Desde que se doctoró a finales de la década de los ochenta del siglo pasado, este profesor de investigación del Instituto de Historia del Consejo Superior de Investigaciones Científicas ha publicado trabajos historiográficos de todo tipo. Cualquiera que repase las principales bases de datos académicas se dará cuenta de la ingente capacidad de trabajo de Alvar. Le avalan más de dos centenares de aportaciones entre artículos, capítulos y libros. Y no es poca cosa.

Alvar ha conseguido radiografiar una época a partir de las vidas de sus protagonistas y de los más variopintos intereses. Ahí tenemos, y sin ningún ánimo exhaustivo, las aproximaciones a monarcas como Isabel I, Felipe II o Felipe IV, a escritores como Miguel de Cervantes o políticos como el duque de Lerma o a diplomáticos como Hans Khevenhüller o el arzobispo Carranza. Sin olvidar sus trabajos sobre aquel Madrid que se convirtió en el activo corazón de una dinastía, la cultura del Siglo de Oro, los avances tecnológicos o el amor en tiempos imperiales.

Alfredo Alvar nos presenta ahora una síntesis personal que pretende analizar los fundamentos sobre los que se construyó la principal potencia global de la modernidad. Esta historia se cimentó en dos lealtades que se conjugaron a lo largo de los siglos. La lealtad a una corona y a una religión terminaron por generar una fuerte vinculación en los diferentes niveles de la sociedad. Sabemos bien que no descubrimos nada cuando señalamos que hablar de la monarquía hispánica es hacerlo de los Austrias y del catolicismo. Un modelo que algún autor ha definido como el de una Iglesia triunfante tras la ruptura de la Cristiandad. Pero explicar lo evidente, como puede parecer que hace Alvar en varios momentos, a veces nos permite escapar de los lugares comunes y más trillados. Porque no se puede explicar la pervivencia imperial solamente desde un relato de imposición y miedo.

Además de estas dos lealtades teológico-políticas, Austrias. Imperio, poder y sociedad subraya el papel destacado que tuvo la movilidad social en los siglos XVI y XVII. Es decir, la dinámica generada por el Imperio alimentó las promociones de varios individuos, ya fuesen por dinero, educación o los servicios a la dinastía. Esta vía pudo ser utilizada por un grupo muy minoritario (se cifra en un 2%), pero nada desdeñable en términos históricos.

Especialmente interesantes son las páginas dedicadas al mundo universitario y al conocimiento jurídico, ambos espacios favorecieron cambios sociales para aquellos que terminaron por desempeñar diferentes funciones en la administración, en tribunales civiles o eclesiásticos y a ambos lados del Atlántico. El Santo Oficio aparece aquí como un instrumento que fue utilizado constantemente para enfriar las ansias de movilidad social. Este tribunal sirvió para ejercer un control gracias a los estatutos de limpieza de sangre con sus derivaciones cotidianas y, paradójicamente, también benefició a que otros pudieran medrar en la estructura social.

Alfredo Alvar nos presenta una síntesis personal que pretende analizar los fundamentos sobre los que se construyó la principal potencia global de la modernidad

En definitiva, Alfredo Alvar ha querido recoger su atenta reflexión al gran público tras décadas de investigación y, en parte, confrontar con esas constantes pretensiones noventayochistas que reaparecen una y otra vez para fustigarnos. Puede darse por satisfecho porque estas páginas son una magnífica introducción a las grandezas y miserias de un mundo pasado que sigue despertando interés en nosotros.

El autor reconoce que le ha costado eliminar las notas a pie de página y la habitual bibliografía. Entiendo perfectamente la razón de que se hayan quitado las notas - por cierto, en algún capítulo se ha quedado la citación original descontextualizada, lo que afea una magnífica edición desde la portada-, pero al lector le hubiera gustado encontrarse al final del trayecto una selección de los libros que pudieran servirle de guía de lectura posterior. El campo es proceloso y una ayuda nunca viene mal. Porque si algo consigue este trabajo es incitarnos a saber más y a buscar por otros lados. No se lo puede pedir mucho más una síntesis interpretativa de este calado. O casi. Aunque el profesor Alvar concentra sus reflexiones en el tiempo de los Austrias, señala aquí y allá las importantes continuidades en la monarquía católica durante el siglo XVIII con otra dinastía diferentes. Esperemos que Alvar se decida a prolongar la aventura durante el tiempo de los Borbones, pese a no ser su ámbito principal de investigación.