Humanista, viajero, consejero y poeta: Janus Pannonius
Una necesaria biografía sobre un gran humanista muy desconocido en España
Todos los que en algún momento hemos investigado sobre el humanismo renacentista hemos sido advertidos de la imposibilidad de realizar aportación novedosa alguna a este campo. Según este mantra, numerosas veces repetido, son tantos los estudios que se han hecho en torno al Renacimiento y al humanismo que cualquier pretensión de realizar una contribución inédita se antoja estéril y vana.
Guillermo Escolar (2024), 224 páginas
Un libro sobre Janus Pannonius
Sin embargo, este lugar común ha sido refutado en numerosas ocasiones. La última tiene como protagonista a un humanista húngaro muy desconocido en España, de nombre Janus Pannonius. A pesar de ser celebrado en Hungría como el primer poeta nacional, este humanista permaneció durante siglos como un auténtico desconocido más allá de dichas fronteras.
España no ha sido una excepción, y ello a pesar de que fue precisamente en Sevilla donde se encuentran dos de los manuscritos más importantes de Pannonius, conservados gracias a Hernando Colón, hijo del ínclito descubridor de las Américas y destacado bibliófilo.
Esta apasionante historia se narra en Un libro sobre Janus Pannonius, escrito por Alfonso Lombana Sánchez, un investigador y profesor universitario que se ha convertido en el mayor especialista español en Pannonius. En este ensayo, tan profusamente documentado como bien escrito –lo cual es de agradecer entre tanto libro editado con faltas ortográficas o estilo descuidado– se analiza con detenimiento tanto la biografía como la obra poética del autor húngaro.
La vida de Pannonius fue ciertamente intensa y estuvo repleta de acontecimientos y experiencias de gran interés. Sin ir más lejos, además de cultivar una intensa labor literaria y política en su Hungría natal, en sus 38 años de vida le dio tiempo a viajar a numerosos países europeos, principalmente a Italia, donde pasó una larga temporada. Allí tuvo oportunidad de vivir en primera persona el espíritu renacentista y de relacionarse con algunos de los más laureados humanistas como Eneas Silvio Piccolomini –que habría de convertirse en papa con el nombre de Pío II–, Guarino de Verona y el conocido pintor Andrea Mantegna, quien incluso le retrató en varias ocasiones. A este respecto, resulta especialmente útil el capítulo sexto de la obra de Lombana, en el que se recoge a modo de glosario la nómina de autoridades y contemporáneos que aparecen en la obra de Pannonius.
A la vuelta de Italia, Pannonius se convirtió en uno de los consejeros más preciados de Marías Corvino, uno de los monarcas más importantes de la historia de Hungría, y que de hecho aparece recurrentemente como un héroe en los cuentos populares de dicha nación. Sin embargo, el monarca y el humanista terminarían distanciándose. En un episodio que recuerda a la famosa ruptura entre Enrique VIII y Tomás Moro, que sacudiría toda Europa unas décadas más tarde, el alma sensible y las convicciones morales de Pannonius le llevaron a desaprobar algunas acciones del monarca, una deriva que terminó conduciendo a Pannonius al exilio en dirección a la actual Croacia, donde moriría en 1472.
En cuanto a su obra literaria, destacan por encima de todos sus poemas, que abarcan una amplia gama de temas, desde la espiritualidad al amor humano y a la cultura clásica. Además, como otros muchos humanistas, Pannonius cultivó el género epistolar, en el que, siguiendo el ejemplo de Petrarca, el poeta húngaro incluyó cartas dirigidas a grandes personajes de su época. Es precisamente en esas cartas donde se revela el lado más humano de Pannonius, y en ellas podemos comprender todas las facetas y los matices de su poliédrica personalidad.
Para finalizar, quién mejor que el propio autor de la obra para resumir el espíritu de este ensayo, una síntesis que supone una sugerente invitación a su lectura: «No está el lector ante una obra exhaustiva ni tampoco definitiva, sino más bien ante una aproximación para conocer mejor a Pannonius, uno de los grandes de la literatura europea».