El órgano más grande del mundo que busca recuperar el esplendor tras perder su sonido
«Poseidón» es el nombre del instrumento construido en Atlantic City en los años veinte, que cuenta con siete teclados y más de 33.000 tubos
Atlantic City, la «Las Vegas del este», y no ninguna gran capital europea posee el órgano más grande del mundo. Se encuentra en el famoso Boardwalk Hall, el edificio frente al océano donde se han celebrado concursos de misses, combates de boxeo y convenciones políticas como la del Partido Demócrata en 1964.
La consola del instrumento, del que solo dos tercios están en uso, cuenta con siete teclados, otro récord, y filas de teclas y pedales que controlan el soplador y los tubos.
Su construcción, a cargo de la Midmer-Losh Organ Company terminó a finales de los años veinte, con la idea de llenar con música el enorme espacio de su hogar. Hay quien dice que el órgano es un precursor del sonido «surround» a través de sus más de 33.000 tubos que cuadriplican el número de los del gran órgano de la catedral de Notre Dame.
Un huracán le afectó en 1944 y el tiempo y el abandono ahondaron en un deterioro que desde hace casi 20 años trata de pararse para devolverle el esplendor de su impresionante sonido, de momento sin éxito.
Tan solo un ingeniero eléctrico jubilado, Dean Norbeck, se encarga de cuidar al viejo paciente que apenas funciona a la mitad de su potencia, mientras espera un milagro de dieciséis millones de euros que son la respuesta que de momento nadie ha podido dar al misterio de por qué buena parte de sus tubos no funcionan.