El director de orquesta que dejó hablar a unos activistas en medio de un concierto: ¿moderación o activismo?
Vládimir Yúrovski dio la mano a los asaltantes, pidió al público que les escuchase y, ante los abucheos, amenazó con bajarse del escenario
Sucedió en en el Festival de Lucerna, en Suiza. La Orquesta Estatal de Baviera interpretaba la Cuarta Sinfonía de Bruckner, cuando dos activistas climáticos del grupo Renovate Switzerland interrumpieron el concierto y pegaron sus manos al escenario. Lejos de que la policía actuara, fue el mismo director desde su atril, el ruso Vládimir Yuróvski, quien pidió al público que les dejara hablar en una actitud inaudita.
«Hemos hecho un trato», dijo Yuróvski. «Los chicos van a decir lo que tienen que decir ahora y todos vamos a escuchar, sin comentarios. Les he dado mi palabra de que no habría comentarios. Dejadles terminar». Un «trato» curioso el de que dos personas interrumpan un concierto contra la voluntad de un público que no ha acudido al teatro ni pagado su entrada para asistir a semejante hecho, y que además tiene que soportar que el propio director le amenace con abandonar el escenario si no les dejan hablar.
El director se suma a la acción
Los lógicos y oportunos abucheos durante la locución de los activistas, fueron criticados por Yúrovski, que entre gritos comunicó su amenaza. Después del mensaje de los agitadores, el concierto pudo continuar sin más problemas, en medio de la polémica por la actitud del director, que permitió la interrupción del concierto a la que no se debía, pues solo se debía al público, avaló la protesta, sumándose a ella, y con su forma de actuar, con total falta de profesionalidad, impidió la normal acción de las fuerzas de seguridad, por lo que los activistas pudieron mostrar su mensaje sin consecuencia alguna.