La Ópera de París, hogar del fantasma mítico de Leroux, cumple 150 años
Fue obra del arquitecto Charles Garnier por encargo del emperador Napoleón III
El lujoso edificio de la Ópera Garnier de París cumple 150 años el próximo 5 de enero, tras acoger en su escenario a las voces y compañías de danza más reputadas del mundo.
El 5 de enero de 1875, después de 14 años de obras dirigidas por el arquitecto Charles Garnier, la Ópera fue inaugurada con gran pompa por Mac Mahon, presidente de Francia.
A la apertura del edificio, un encargo de Napoleón III que costó 36 millones de francos oro (más de 330 millones de euros en la actualidad), acudieron 2.000 invitados llegados de toda Europa, entre ellos algunos miembros de la realeza.
En su momento fue el teatro más grande del mundo, con una profundidad de escenario de 27 metros, por 48 de ancho y 60 de alto: El Titanic (sin naufragio) de los teatros que fue clasificado como monumento histórico en 1923 con sus techos pintados por Marc Chagall por encargo del entonces ministro de Cultura André Malraux.
En su interior el escritor Gastón Leroux imaginó a su fantasma mítico, enamorado de una cantante. Un siglo y medio de historia que se detendrá en 2027 por obras y durante dos años.
Mientras tanto se puede visitar la antigua sala de máquinas, con sus cabrestantes y cables. Antaño manipulados por trabajadores ayudados de contrapesos, servían para levantar o bajar cortinas y telas pintadas en trampantojo. Con el tiempo, fueron reemplazados por motores eléctricos.
Desde allí se puede ver el primer sótano y su trampilla, que permitía a Giselle, la heroína del ballet, desaparecer, mientras que en una pared aparece la inscripción «refugio A».
La Ópera sirvió de refugio «a la gente del barrio durante la Segunda Guerra Mundial», y una línea marca el nivel que alcanzó el agua durante la inundación del 31 de enero de 1910.
Otro elemento notable es la escalera llamada «del elefante», por donde pasó un paquidermo prestado por un circo para una representación de Las Indias Galantes de Jean-Philippe Rameau.
En los pisos superiores se encuentran los camerinos personales o colectivos de los 154 bailarines del ballet y, en la parte más alta, los cinco estudios de ensayo.