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los restos mortales de Verónica Forqué en el escenario del Teatro real

los restos mortales de Verónica Forqué en el escenario del Teatro EspañolEFE

La capilla ardiente de Verónica Forqué se ha instalado en el escenario del Teatro Español

La actriz que ha sido recordada por su humanidad, su cercanía y su amabilidad con todos, podrá ser acompañada en su capilla ardiente hasta las 16 h.

Nunca concebimos ir al Teatro Español para otra cosa que no sea disfrutar de una obra de nuestro extenso -y excelso- catálogo dramático. Pero hoy, desgraciadamente, no era ese día.

Las puertas que dan acceso a la gloria de las tablas en Madrid, el Teatro Español de la plaza Santa Ana, se han abierto demasiado temprano, y bajo la sombra fría de la mañana madrileña, para acoger el cuerpo de una de sus más grandes intérpretes, la conocidísima actriz Verónica Forqué, hallada muerta el lunes en su casa.

la capilla ardiente estará abierta hasta las 16 h.

Desde las 11 h. se podía acompañar a la actriz, cuyo féretro había sido depositado a las 10,30 h. en el escenario del teatro. Una gran pantalla proyectaba imágenes de distintas representaciones teatrales y retratos de su rostro de porcelana a punto de quebrarse, adornado por el misterioso brillo azul de esa mirada que nunca hemos sabido dilucidar si lloraba o reía, hasta ahora.

El único decorado de esta función ha sido la sobriedad de los candelabros rodeando el ataúd, algunas sillas de solemne raso rojo para los más cercanos, y las coronas de flores frescas con las que todavía sentimos, afortunadamente, que se puede desear una frescura eterna para aquel que se marcha y ya no vuelve.

En el patio de butacas, como siempre, el público fiel. El público que no la recuerda tanto por su última aparición en los fogones de la televisión, sino por el candor de niña despreocupada y soñadora que siempre la acompañó en sus variadísimos papeles.

El recuerdo de la actriz

Al pie de las escaleras de la entrada, un cordón retenía la multitud de periodistas de los distintos medios de comunicación con sus cámaras, sus micrófonos y sus preguntas, para dejar paso a la fila de familiares y seguidores más o menos afectados, que ya daba la vuelta a la manzana, como peregrinos que han llegado a un destino poco deseado.

Como era de esperar, no han faltado los rostros conocidos de la escena y la televisión para acompañar a la actriz. Paco León, Maribel Verdú o Aitana Sánchez Gijón; Pepe Rodriguez, uno de los cocineros que había trabajado con ella en el programa Masterchef; la diseñadora Helena Benarroch, y rostros de la vida política madrileña como la consejera de Cultura Andrea Levy y la Presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, que en sus  declaraciones ha querido insistir en la «enorme simpatía y cariño con el que siempre me trató y la gran pérdida, como actriz y como persona que supone para los madrileños y todos sus seguidores», subrayando de nuevo su amabilidad, y que «trataba a los demás con una enorme humildad, sinceridad, simpatía y una gran cariño

Precisamente, en este cariño y esta humildad es en lo que más han insistido algunas personas que han querido hacer declaraciones; especialmente una, que al ver el rostro de la intérprete proyectado sobre el telón del teatro, ha recordado conmovido que, quizá su semblante irradiaba tanta luz por su nombre, y también ella, como la Verónica, reproducía tenuemente las facciones del Señor.

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