Artistas ucranianos piden boicotear la cultura rusa: «Dostoyevski y Tolstói se usan para justificar sus acciones criminales»
Artistas, galeristas e instituciones culturales firman un manifiesto con el objetivo de coartar los «métodos de propaganda» rusos y de que sus artistas se manifiesten contra Vladímir Putin
Artistas, galeristas y entidades educativas y gubernamentales ucranianas han reclamado el establecimiento de sanciones culturales a Rusia, que eliminen su presencia en la escena internacional, con el objetivo de coartar sus «métodos de propaganda» y de que sus artistas se manifiesten contra Vladímir Putin.
«Bajo la grandeza de Dostoyevski y Tolstói, Rajmáninov y Glinka, la política cultural rusa tiene como objetivo justificar las acciones horribles y criminales del gobierno», afirma un comunicado difundido por la Agencia Estatal de Ucrania para las Artes y la Educación Artística, y firmado por «miles de activistas culturales» y «cientos de organizaciones».
Entre las diferentes propuestas, los artistas e instituciones culturales ucranianas proponen eliminar la cobertura de la cultura rusa en los medios de comunicación, prohibir los proyectos que involucren a la Federación Rusa o que usen sus fondos, por ejemplo, a través de centros culturales o museos y cancelar la participación de representantes de esa nacionalidad en festivales musicales o cinematográficos (como ya ha hecho Eurovisión entre otros muchos), así como en exposiciones, asociaciones y comités internacionales.
Todo ello «a menos que hagan una declaración pública inmediata, en términos claros e inequívocos, condenando las acciones del gobierno ruso» y corten «todo vínculo con cualquier organización o institución, incluso parcialmente patrocinada por el gobierno ruso».
Propuesta de cancelación
La comunidad cultural y artística ucraniana dice apreciar mucho la posición de algunos artistas rusos que han condenaron abiertamente la agresión y las acciones militares de la Federación Rusa contra Ucrania, como el director de orquesta Vasily Petrenko, el pianista Evgeny Kissin o el rapero Oxxxymiron, que ha cancelado sus actuaciones, así como los directores del Bolshói de Moscú o el Alexandrinsky de San Petersburgo.
A juicio del ministro de Cultura ucraniano, Oleksandr Tkachenko, «las sanciones culturales y la prohibición mundial del patrimonio artístico ruso privarán al agresor de otra herramienta de propaganda e influencia social, alentando así a todos los artistas influyentes conscientes del país a participar en mítines contra la guerra y detener la política sangrienta de Putin».
Instituciones como la Ópera Metropolitana de Nueva York, la Feria del Libro de Fráncfort, el Festival de Cannes o la Academia de Cine Europeo ya han impuesto sanciones culturales por la invasión de Ucrania.
En España, el Teatro Real de Madrid ha cancelado las actuaciones del Ballet Bolshói, previstas para el próximo mes de mayo, mientras que ha albergado gestos simbólicos contra el conflicto como envolver con la bandera ucraniana el féretro del héroe de El ocaso de los dioses.
«Al instrumentalizar la cultura, el gobierno ruso está matando cínicamente a la población civil en Ucrania, destruyendo los objetos de nuestro patrimonio cultural y tratando de negar la existencia misma de la cultura ucraniana y del estado ucraniano», remarcan.
Artistas como Oleg Sentsov (director de cine), Oksana Lyniv (directora de orquesta), Svyatoslav Vakarchuk (músico) y más 35.000 activistas de Polonia, Lituania, Estonia, Alemania, Bélgica, Francia y otros países han firmado el manifiesto, abierto a que cualquiera pueda unirse.