Qatarí que te viTomás Guasch

¡Ponle un piso a Costa, Cristiano!

Será pues Portugal-Francia el cuarto de final, lo esperado. Pero sin ninguna grandeza. Los franceses hicieron otra de las suyas: no encajar gol y cazar una

Actualizada 16:36

El malísimo partido de todos dejó la imagen de la Eurocopa, lo más tras 120 minutos irritantes sobre todo por parte del mejor, el favorito: una Portugal incapaz. Cristiano, llorando inconsolable en el descanso de la prórroga tras ver como Oblak le paraba el penalti que iba a suponer su primer gol en el torneo y la clasificación de Portugal.

Como un niño, el súper 7 fue un mar de lágrimas. Si lo había hecho antes fue de alegría. Puso la pelota, dio cuatro pasos atrás, respiró, tomó carrerilla y la puso a la izquierda del portero esloveno. En ese lado, como los cinco que el Madrid le marcó en aquella tanda de San Siro. Entonces, Cristiano tiró el último. Esta vez Jan voló y despejó el disparo. Le adivinó la intención. El silencio entre los miles de portugueses fue histórico.

El partido acabó 0-0, lo normal por lo visto. Como era de esperar conociéndole, se pidió tirar el primero de la tanda. Líder con 20 años y camino de los 40. Ya había fallado Ilicic el primero de los suyos. Cambió de palo, buscó el derecho, lo ajustó al límite. Oblak lo esperaba, pero le fue imposible llegar. Se dio la vuelta la estrella y pidió perdón a su gente. Había encarrilado el triunfo de su equipo.

Fue el turno del salvador de todos, Diogo Maireles Costa, el portero del Oporto. Había parado el primero, paró el segundo. Y el tercero. Primero que lo hace en una tanda en la historia del europeo. Los esta vez desaparecidos Bruno Fernandes y Bernardo Silva transformaron los suyos. 3-0. Una decepcionante Portugal se enfrentará a una lo mismo Francia que se había metido con un autogol belga. Cristiano le debe poner un piso a Costa. Donde quiera. Y Portugal, una avenida.

Será pues Portugal-Francia el cuarto de final, lo esperado. Pero sin ninguna grandeza. Los franceses hicieron otra de las suyas: no encajar gol y cazar una. Esta vez con la ayuda de Vertonghen, un rebote. Nos vamos resignando: va a ser muy difícil, quizá imposible, disfrutar con ellos. Son especialista en ganar aburriendo. Les vale.

Kylian salió con la máscara. Es complicado jugar así. Dificilísimo si tu equipo es incapaz de facilitarte la vida. Esto, con once sanos es más sencillo. Pero ahí están. Si no mejoran, su partido con los portugueses necesitará varias aspirinas para superarlo. En qué está variando la cosa que la esperanza para el último octavo es Austria. En fútbol, no en el vals.

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