La máquina de ganar de Lamine Yamal vuelve en Mallorca y el Barça se reencuentra con la victoria

Se cumplió lo que ya es tradición con Lamine Yamal. El FC Barcelona gana todos sus partidos cuando es titular y no lo hace cuando no juega o sale desde el banquillo. Llevaba varias jornadas el conjunto azulgrana sin mostrar el recital ofensivo que se veía en cada partido durante los meses de septiembre y octubre y estaba más en versión Xavi. En cambio, en Son Moix, volvió el niño de 17 años y el triunfo (1-5) era obligatorio.

Una jornada adelantada, la 19, por la Supercopa de España le ha venido de perlas al Barcelona para reencontrarse con su recital ofensivo después de tres fechas en el campeonato doméstico sin lograrla. Adiós al colchón y ahora cada partido es una final, aunque esta Flick la afrontó sin Lewandowski en el once titular, su primera suplencia en esta nueva campaña. Así pues, los goles los pusieron Ferran, Raphinha, De Jong y Pau Víctor, aunque el fútbol lo puso Yamal.

Se notaba que el Barcelona tenía mucho en juego esta tarde y los nervios estaban a flor de piel. Algunos, como Cubarsí, también estaban pasados de revoluciones y en el minuto 2 ya había visto la amarilla. Quizás algo excesivo por parte de Gil Manzano por el momento de partido que era, aunque bien es cierto que la entrada fue desmedida. El equipo azulgrana quería ser protagonista desde que echó a rodar el balón y había prisas por deshacer el empate.

El plan era el mismo de siempre, línea defensiva adelantada, presión asfixiante y ganas de golear. Tras dos partidos fallando la cosa no podía volver a salir mal y Ferran Torres aprovechó una sucesión de errores groseros de la zaga bermellona para empujar un balón que tocó en varios defensores y entró llorando. Se adelantó el conjunto de Flick y el internacional español, siempre discutido, no falló a su cita con el gol.

El gol azulgrana, esta vez de verde, no hizo al Mallorca tirar la toalla. Los de Jagoba Arrasate propusieron un partido de ida y vuelta, una estrategia aparentemente suicida, pero que podía servir para meter mano a la defensa del Barcelona, que lleva varias fechas haciendo aguas. Le salió a las mil maravillas al conjunto mallorquín y una buena jugada de Maffeo sirvió para que llegara a línea de fondo, sirviese un pase de la muerte a Muriqi y que el kosovar solo tuviera que empujarla.

Dependencia de Lamine Yamal

Así se fue el choque al descanso. Otro día más un Barcelona gris. No le ha sentado bien la llegada del frío al equipo culé, pero Lamine Yamal solo entiende de ganar y se echó una vez más el equipo a la espalda para comandar una goleada donde él no anotó pero resultó clave. Primero sacándole un penalti a Mojica, que pecó de inocente y se encargó de convertir Raphinha con un buen disparo raso al lado derecho y después con un pase exterior marca de la casa que también hizo bueno el brasileño.

El Barcelona, tras tres jornada sin ganar, respiraba tranquilo y se desató la locura goleadora de cuando les salía todo. Frenkie de Jong, que apenas está teniendo minutos, marcó el cuarto gracias a otra jugada que nació de las botas de Yamal y donde Pau Víctor firmó la asistencia. Después, las tornas se invirtieron y fue el neerlandés quien regaló el tanto al delantero catalán.

Triunfo incontestable del Barcelona, que empezó con una versión gris pero terminó gustándose y castigando de manera muy dura los incontables errores del Mallorca. Flick vuelve a sonreír y el Barça saldrá líder de esta jornada haga lo que haga el Real Madrid que, eso sí, tiene un partido menos.